“Hari Seldon nació en el año 11988 de la Era Galáctica; falleció en 12069. Nacido en el seno de una familia de clase media en Helicón, sector de Arturo (donde su padre, según una leyenda de dudosa autenticidad, fue cultivador de tabaco en las plantas hidropónicas del planeta), pronto demostró una sorprendente capacidad para las matemáticas. Las anécdotas sobre su inteligencia son innumerables, y algunas contradictorias”. Con esta cita extraída de la Enciclopedia Galáctica comienza Fundación, la saga de Isaac Asimov que revolucionó la ciencia ficción para siempre. Un futuro lejano donde el Imperio está gobernado desde la majestuosa ciudad-planeta de Trántor. La disciplina de la psicohistoria, el intento por salvar la humanidad de una tragedia que amenaza con destruir todo, una fundación de científicos ubicados en el remoto planeta de Términus… La esencial space opera de Asimov, escrita en los años cincuenta, se compone de seis libros que ahora, tras múltiples intentos, llegan a la pequeña pantalla. La cada vez más pujante Apple TV (la deliciosa Ted Lasso, la compleja For All Mankind) ha confiado en David S. Goyer para acometer una de las adaptaciones más esperadas del año. La complejidad del material literario supone todo un desafío: Goyer tocó el cielo como guionista de Nolan en la trilogía del Batman, pero también se dio una buena costalada con ficciones televisivas fallidas como FlashForward.
Como es lógico, el sci-fi ha jugado un papel clave en la historia de la pequeña pantalla: desde hitos como The Twilight Zone, Star Trek o The Prisoner en las primeras décadas del medio hasta emblemas actuales como The Mandalorian o Devs, pasando por Expediente X, Firefly o Fringe. Gustos, colores, paralelismos. Sin embargo, ninguna de esas aclamadas series parte de una novela previa. Algo que sí ocurre con The Expanse, una de las propuestas más estimulantes del género en los últimos años. Con intrigas políticas de fondo y un estilo visual apabullante, The Expanse ha traducido a imágenes el mundo imaginado por James S.A. Corey, un pseudónimo bajo el que se esconden Daniel Abraham y Ty Franck. Estrenada en diciembre de 2015, tras tres temporadas en el canal especializado Sy-Fy, los fans –entre los que se incluía el mismísimo George R.R. Martin– estaban tan enganchados a la historia que lograron convencer a Amazon Prime para que la continuara en su plataforma de streaming.
Junto a Amazon, Netflix es el gran rey del nuevo consumo televisivo. En el 2018 se lanzó a adaptar Carbón modificado (Altered Carbon), una novela cyberpunk que partía de una premisa sugestiva, con tintes noir: en un futuro sucio, violento, la conciencia y recuerdos de una persona pueden ser transferidas a otros cuerpos. Takeshi Kovacs es un antiguo militar de élite que acaba convertido en mercenario y, finalmente, encarcelado. Ahora es liberado para resolver un asesinato… pero no todo saldrá según lo esperado.
Aunque en Estados Unidos se emitiera por la CW, también fue Netflix quien popularizó globalmente uno de los fenómenos más interesantes desde el punto de vista de la cultura televisiva adolescente: The 100, basado en los libros de Kass Morgan. La semilla de la historia ya plantea ese aroma post-apocalíptico, donde el mito y el misterio se darán la mano en un puzle narrativamente hipnótico: “Un siglo después de que la Tierra resultase devastada por un apocalipsis nuclear, 100 habitantes de una estación espacial vuelven al planeta a comprobar si es habitable”. Su éxito lo avalan siete temporadas y más de un centenar de episodios, de los que los espectadores y la crítica destacan, a pesar de ciertos estereotipos, la complejidad moral de las decisiones tomadas siempre al borde del precipicio.
Hay más novelas que han sido llevadas a la televisión, por supuesto: la terrorífica The Strain (2014-17), que mezclaba un virus letal con el vampirismo, estaba inspirada en una trilogía de Guillermo del Toro y Chuck Hogan; la irregular Under the Dome (2013-15) partía una ciudad en dos siguiendo la novela del incansable Stephen King; incluso un clásico como Un mundo feliz, de Aldous Huxley, tuvo una desastrosa única temporada en el servicio de streaming de la NBC. Son adaptaciones que palidecen ante el gigantesco empeño que supone la Fundación de Asimov que hoy se estrena; las expectativas son tan altas que la caída podría ser monumental.

Autores citados

Isaac Asimov nació en Rusia, aunque de pequeño emigró a los Estados Unidos. Allí se convirtió en profesor de Bioquímica en la Universidad de Boston. No obstante, su fama le llegó por las letras. Prolífico e innovador, se convirtió en uno de los padres de la ciencia ficción moderna, junto a Robert A. Heinlein y Arthur C. Clarke.
Richard K. Morgan (1965) es un escritor británico que ha trabajado tanto la ciencia ficción como la fantasía. Takeshi Kovacs, el antihéroe de Altered Carbon, aparece en tres novelas. También ha colaborado escribiendo para Marvel Comics.
Kass Morgan es una novelista estadounidense, especializada en la denominada “Young Adult fiction”, es decir, en novelas de acción y aventuras para jóvenes. Los Cien, su producto más célebre, está compuesta de cuatro volúmenes, escritos entre 2013 y 2016.
Aldous Huxley (1894-1963) es un referente histórico del género. Aunque escribió más de 50 libros, Un mundo feliz es su obra más celebrada. Publicada en 1932, su distopía se erigió en la inevitable vara de medir para cualquiera que imaginara mundos alternativos tan higiénicos… como tenebrosos.

Libro + frase definitoria

Fundación: Psico-épico

El despertar del Leviatán: Intrigante

Los 100: Survivalista

Carbón modificado: Trepidante

Un mundo feliz: Sombrío