Sofia Petrovna Soymonova (1782-1857) pertenecía a la nobleza rusa y se movía en el círculo íntimo de los zares. Fue dama de honor de la zarina. Se casó con el general Nicolas Sergeyevich Swetchine, 25 años mayor que ella. El matrimonio resultó feliz, aunque con una sombra: no tuvieron hijos. La lectura de Joseph de Maistre propició la conversión de Sofia Petrovna al catolicismo. No era un paso baladí. Siendo noble, conlleva el exilio de Rusia. Se estableció en París y abrió un exquisito salón literario. Discreta y educada, apenas hizo ostentación de cultura ni tuvo ninguna prisa por publicar sus escritos. Los pensamientos de este libro titulado Arándanos bajo la nieve los escribió en un invierno de retiro espiritual en 1811. Estremecen tanto por su hondura como por su belleza. Firmamos lo que advirtió de ella a Bonald el conde de Maistre: «Nunca verá tanta fuerza moral, ingenio y aprendizaje unidos a semejante bondad». Los aforismos a veces muestran una gracia medio oculta, siempre encantadora. Merecen estar en cualquier antología. Nuestra gratitud ya antigua con el incansable editor y animador cultural (además de escritor) José Luis Trullo no hace sino crecer con la publicación de estos Arándanos bajo la nieve (Cypress, 2024). El barbero del rey se encuentra en su elemento: