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LO LEÍDO
y lo liado
un blog de enrique garcía-maiquez

Motacilla alba

 

Con tanto interés como aparente inocencia, mi hija me pregunta qué pajarito es aquél. Enfoco la mirada. Oh, sí. No vez cómo mueve su cola y qué bonito es. Se llama «lavandera blanca», aunque los ingleses lo llaman «wagtail» por lo de la cola, y traduciendo literalmente del latín.

 

«Hay muchas en mi colegio. Le pregunté a mi profesora cómo se llamaba y me dijo: «Ni idea, que te lo diga tu padre»». Pudo más el pedagogo que el vanidoso, y me preocupé por esa respuesta desabrida más de lo que me alegré porque reconociesen mi afición a las aves.

 

No dije nada de nada, pero la niña hubo de percibir mi vergonzante respingo, porque fue más literal. Precisó. «Lo que la profesora me dijo fue: «Ojalá lo supiese, me encantaría. Quizá tu padre lo sepa y, si te lo dice, ya me lo contarás»». «Ah, oh, Carmen —le dije esta vez sí— eso lo cambia todo». Y deja mi vanidad intacta, encima.

 

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