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LO LEÍDO
y lo liado
un blog de enrique garcía-maiquez

Jaculatoria y oración

Dos versos de amor de Juan Antonio González Iglesias me sirven de jaculatoria, en esa tradición vetusta de volver a lo divino los versos profanos. Son éstos y yo nada más que pongo en mayúscula la T:

O «déjame que comulgue» que también lo recito en la fila. Y luego hay un poema que no necesito volver a nada porque ya nació como oración, incluso con su T mayúscula:

Esa perpendicular que atraviesa las totalidades es un acierto vertiginoso del poema, digo, de la oración. [Como es Semana Santa, pienso en esas figuras —véase la imagen— de la cruz alzándose o en la perpindicular del dibujo de san Juan de la Cruz.]

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