Acodada en el Estrecho de Gibraltar, mirando a Europa pero arraigada en África y el mundo musulmán, Tánger ha sido y es un lugar de encuentro, tan cosmopolita como profundamente misterioso. De los hoteles internacionales y los barrios modernistas al indescifrable dédalo de la Kasbah o el tipismo andaluz del Zoco Chico, esta ciudad sugerente conserva la memoria de personas de toda condición (e innumerables artistas) que pasaron por ella.
Entre 1923 y 1956 se constituyó en Zona Internacional por acuerdo de las potencias europeas. Un periodo fascinante explotado por la literatura, tanto como la influencia secular de España sobre el antiguo territorio de ultramar. El Cine Alcázar o el Teatro Cervantes, entre otros edificios, son memoria de aquel tiempo.
El pan a secas, Mohamed Chukri
Sólo con las obras de este escritor nacido en el Riff se podría completar una buena lista de recomendaciones. En sus obras glosó la vida en Tánger, el ambiente de las calles y los fascinantes personajes que lo atravesaron en el tránsito de la ciudad internacional a su integración en el Reino de Marruecos.
El pan a secas, primera novela de una trilogía memorialística, es un libro duro, áspero y contundente, que arranca con el hambre omnipresente de los hijos del Riff y prosigue con la huida de un joven Chukri hacia Tetuán y Tánger, donde lo aguardan la miseria. La traducción que hizo Paul Bowles al inglés en 1973 catapultó a este autor. Cabaret Voltaire viene editando sus obras de 2012, entre ellas piezas de recuerdos o ambientes como Zoco Chico y Paul Bowles, el recluso de Tánger.
Déjala que caiga, Paul Bowles
El neoyorquino Paul Bowles fue el gran catalizador de la cultura occidental en Tánger, ciudad en la que se instaló definitivamente en 1947 y donde hizo de anfitrión a numerosos expatriados o viajeros. Su relación con la ciudad marroquí fue fecunda aunque no exenta de polémica como corresponde a un autor que, en el fondo, volvió obsesivamente sobre el mismo tema: el contraste entre civilizaciones y la crisis identitaria de norteamericanos en busca de un lugar en que sentirse ellos mismos.
Su obra más famosa, El cielo protector, llevada al cine por Bernardo Bertolucci, arranca en Tánger pero tiene al Sahara como escenario principal. En cambio, Déjala que caiga (1952), que bebe de las primeras experiencias del autor en la ciudad internacional es perfecta para adentrarse en los recovecos de la urbe y en la personalidad del hombre que vivió, amó y dio a conocer Tánger al mundo.
Amor por un puñado de pelos, Mohamed Mrabet
Al igual que sucede con Mohamed Chukri, Paul Bowles fue determinante para la carrera de Mohamed Mrabet, nacido en Tánger en 1936. Cabaret Voltaire también ha ido publicando los libros de este autor, entre ellos Amor por un puñado de pelos, ambientada en el Tánger cosmopolita pero deudora de las fantasías, sueños e historias orales de Mrabet. Bowles tradujo estas historias en el año 67 y ahí arrancó una relación literaria entre ambos desigual.
Mrabet, en un caso parecido a Chukri, no ha ahorrado (con motivos) críticas posteriores a Bowles y el círculo de expatriados en el que se movía. No obstante, gracias a su promoción, la obra de este humilde tangerino alcanzó repercusión internacional en un tiempo en que la literatura marroquí apenas existía.
La vida perra de Juanita Narboni, Ángel Vázquez
Para muchos, esta es la gran novela sobre el Tánger español. Su autor, nacido y muerto en la ciudad, había ganado el Premio Planeta en 1962, pero es recordado especialmente por este monólogo de 1976 de una mujer que rememora, a veces con nostalgia, otras con saña, las tres etapas de su vida que se corresponden con los tres periodos históricos del Tángel del siglo XXI: la ciudad internacional, la dominación de la España de Franco y la adscripción final al Reino de Marruecos.
“Se fueron todos. ¿Adónde se fueron a parar? La mayoría al cementerio. Bueno, a los cementerios. Esta ciudad que siempre estuvo rodeada de cementerios, ahora es ella misma un cementerio”, se lamenta Juanita en esta obra llevada dos veces al cine.
El tiempo entre costuras, María Dueñas
Para muchos lectores, Tánger es sinónimo de Sira Quiroga, la protagonista de El tiempo entre costuras, el mayor fenómeno editorial de la última década. Junto a esta, merced a la pluma de María Dueñas, revivimos el ambiente cosmopolita y enigmático de la Zona Internacional así como de Tetuán, urbe que se integraba en el protectorado español.
La fama de esta novela fue tal que a día de hoy existen circuitos turísticos que acompañan a los visitantes por los escenarios de El tiempo entre costuras. El espaldarazo de esta obra le valió a María Dueñas la oportunidad de dedicarse por entero a la literatura y publicar nuevos libros que, en su conjunto, han vendido más de 10 millones de ejemplares.
Un cierto Tánger, Fernando Castillo
Fernando Castillo ha dedicado su actividad libresca a la indagación de los resortes entre la ciudad y el arte. En su obra encontramos libros de viajes dedicados a Roma, París, Biarritz… Un cierto Tánger es una opción nada desdeñable para quienes pretenden acercarse a la ciudad con algo a medio camino entre la guía de viajes y la pura ficción.
Como señala la editorial Confluencias, se trata de un libro que “como el nombre de la colección que le acoge, tiene mucho de zoco, de puesto de mercado, diríamos que de bakalito, en el que se ofrecen, unas junto a otras, todas las mercancías a la vista del comprador”. Un recorrido personal por esta ciudad “cosmopolita y canalla” preñada de literatura.
Eva (serie Falcó), Arturo Pérez-Reverte
Después de su popularísima serie del Capitán Alatriste, Arturo Pérez-Reverte emprendió una nueva saga con otro registro, en este caso la novela negra. Falcó, título del primer libro de la serie y de su protagonista, nos presentaba a este misterioso espía que nada entre dos bandos en la Guerra Civil española.
Con el segundo libro, Eva (2017), Pérez-Reverte trasladó la acción a la ciudad que nos ocupa, todavía en el contexto de la contienda fratricida. En esta “turbulenta encrucijada de espías, tráficos ilícitos y conspiraciones”, Falcó tendrá que lograr que el capitán de un barco cargado con oro del Banco de España cambie de bandera.
