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Las mejores adaptaciones de libro a serie

Todo el mundo sabe que las listas están hechas para generar polémica. O, en su versión 4.0., para cosechar “me gusta” y azuzar los “cómo es posible olvidarse de X, Y ó Z”. El problema de las listas radica en su pretensión totalizante. Pero no. No es posible haberlo visto ni haberlo leído todo. Por lo que cualquier lista que no asuma su subjetividad y parcialidad estará siendo deshonesta.

Desplegada esa tirita, por tanto, aquí van las adaptaciones de libro a serie televisiva que más me han gustado.

Watchmen

La legendaria novela gráfica de Alan Moore y Dave Gibbons pasó mucho tiempo como “inadaptable”. En el 2009 la intentó llevar al cine Zach Snyder, con éxito muy limitado. Sin embargo, Damon Lindelof levantó un muy original proyecto para la HBO. La miniserie se convirtió en un inteligentísima propuesta audiovisual que funcionaba como diálogo con el cómic original, comentario social, pirueta narrativa y fascinante relectura. Una joya con múltiples capas de sentido y disfrute.

Sherlock

Por algo es uno de los personajes más llevados a la pequeña y gran pantalla. Por su ingenio, sí, pero también por la sorprendente flexibilidad de los inquilinos del 221 B de Baker Street para ubicarse en muy diversas épocas, geografías y estéticas. Con el sello de calidad de la BBC, esta adaptación de las aventuras escritas por Conan Doyle se caracteriza por ser rabiosamente contemporánea. Una visualidad chispeante, posmoderna, para un Londres actualizado y frenético. No es casualidad que Benedict Cumberbatch saltara a la fama mundial tras interpretar al detective más famoso.

Juego de tronos

Parece difícil encontrar un caso como este: la adaptación audiovisual rebasa, narrativamente hablando, a su original. Pero, ay, es lo que tienen los trabajos en construcción. El novelista George R.R. Martin alumbró un novelón tan gigantesco que, cuando HBO empezó su adaptación televisiva, aún le quedaba mucho para terminar su historia escrita. Como los tiempos televisivos y los literarios son distintos, la serie fue divergiendo del relato hasta emanciparse… ¡y concluir! Mientras, los lectores andan a la espera de las dos últimas entregas de la pluma de Martin. La adaptación televisiva es espectacular, brutal, excesiva y densa. Ha sido uno de los últimos grandes eventos televisivos globales. Sin embargo, es una pena que la calidad dramática descendiera conforme el relato atisbaba el final.

Normal People

La novelista irlandesa Sally Rooney se ha erigido en una de las voces más exitosas de los últimos tiempos. Su estilo urbano e intimista llegó a las televisiones de la mano de la BBC y Hulu. Durante doce episodios, el relato cuenta las aventuras emocionales y sexuales de Marianne y Connell, dos seres complejos, con miedo al compromiso, heridas afectivas y dificultad para poner en orden su propio yo. Son gente normal, como reza el título, sí, pero precisamente por eso, peña también difícil. Como todos.

Hannibal

La serie de tres temporadas creada por Bryan Fuller es un festín para los sentidos. Basándose en la primera novela de Thomas Harris, el gran Mads Mikkelsen retoma el icónico papel de Anthony Hopkins en El silencio de los corderos. El resultado es una serie de una ambición visual aplastante, donde lo siniestro le da la mano a la belleza. Una experiencia turbadora que se toma muy en serio aquello de Thomas de Quincey cuando hablaba del “asesinato como una de las bellas artes”.

11.22.63

Una lista sin Stephen King sería una invitación al enfado del lector más superventas. El maestro del terror ha sido llevado decenas de veces al cine y la televisión. De entre sus adaptaciones a la pequeña pantalla, conviene rescatar esta miniserie del 2016, con James Franco de protagonista. ¿La premisa? Un tipo es capaz de viajar en el tiempo para evitar el asesinato de Kennedy. Sin embargo, el pasado tiene muchas más caras de lo que parece. Giros mandibulares y personajes con cuajo, como en las mejores propuestas del escritor de Maine.

Daredevil

Antes de pasarse a Disney, el universo Marvel anduvo de parranda con Netflix. De ahí surgieron versiones de la noir Jessica Jones, el atormentado de The Punisher, el poderoso Luke Cage y el fallido Iron Fist. Sin embargo, la mejor propuesta de todas —a pesar de un notable bache en la segunda temporada— es Daredevil. La historia de Matt Murdock, el chaval ciego que combate el crimen en La Cocina del Infierno, contiene todos los elementos necesarios para una aventura adulta y entretenida: secuencias visualmente impresionantes, dilemas morales, secundarios de aúpa y un heroísmo que, aunque pueda besar la lona, siempre acaba levantándose.

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