X
LO LEÍDO
y lo liado
un blog de enrique garcía-maiquez

Notas de un viaje de vuelta

No tiene nada de extraño que Ulises, al llegar a casa después de 20 años, se encontrase con el lío de los pretendientes y la adivinanza del lecho. Yo he estado fuera sólo dos días y medio y cuando llego me encuentro un sofá roto, una bañera atascada, una cena por preparar y una discusión en curso. Ulises tuvo hasta suerte.

.*.

Por el camino, un atasco. Luego veo que es un accidente. Primer alivio: no parece que a los conductores les haya pasado nada. Cuando estoy a su altura veo que son un chico joven y guapo y una chica joven y guapa. Um. Qué comienzo de comedia deliciosa (espero).

.*.

Me pregunta un amigo por whatsapp por Gloria Fuertes. Le digo que me gusta más de lo que se esperaría. Y recuerdo de golpe este poema:

.

.*.

El recuerdo de Gloria Fuertes me recuerda un debate latente que quedó en el aire de mis días en Cáceres. Yo defendí que la literatura configura nuestra vida. Es una energía nuclear, que puede o debastarla, si se usa mal, o elevarla a una potencia superior. Hablé de don Quijote, claro, y de Northanger Abbey. De los poemas que nos cambian la mirada y de las frases que se nos meten en el logos, en el doble sentido. Pero ¿quería decir esto que daba a la literatura una condición moralista? Yo creo que no, aunque moral, sí. Por lo pronto, me ha servido para darme cuenta de otra cosa. En el poema de Emilio Quintana de El mal poeta que para mí ejemplifica lo que es la lectura, primero vienen las gozosas lecturas. Y sólo al final y separado por una pausa estrófica la bellísima conclusión empírica. Como en todos los buenos poemas, eso significa algo:

.

También te puede interesar