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LO LEÍDO
y lo liado
un blog de enrique garcía-maiquez

A la sombra de las sombrillas en flor

Este verano no me había quedado en la playa hasta la puesta de sol ningún día. Pero ahora, para acompasarme a la puesta del verano, sí. Y el fenómeno es preciso, aunque como metáfora sea obvia. Cuando cae el sol, si queremos seguir a la sombra ya no podemos quedarnos debajo de la sombrilla, sino sentarnos detrás, porque la sombra se alarga.

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Produce melancolía ver las sombrillas solitarias, sin nadie, por delante, heraldos del otoño. Pero es bonito ver que muy lejos estamos nosotros aún sirviéndonos de su sombra, y más si cabe, porque ahora el sol daría en los ojos, deslumbrándonos, sin dejarnos leer ni ver como el aire se va entintando poco a poco, ennegreciéndose. Quizá pase así con nuestros padres y abuelos, con nuestros maestros. Pasa el tiempo, y salimos del cobijo de su falda, pero en la distancia, su sombra aún nos guarda, más silenciosa, muy larga, mejor.

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