Hoy la cosa va de ilustradores. No apostillo que de literatura infantil porque me confieso compradora de los libros que Paula ilustra para deleite propio. La coartada, aunque no necesitaría una, “mis sobrinas”.
Conozco a Paula desde el colegio, como marco espacio-temporal, pero la verdad es que conozco a Paula desde su faceta de ilustradora. Nunca tuvimos especial trato hasta que, perdida su pista durante años, me encontré con su trabajo.
La artista alicantina estudió Historia del Arte en la Complutense de Madrid y se formó como ilustradora en la Escuela de Arte y Diseño de Alicante, especializándose más tarde en diseño gráfico.
Desarrolla, con éxito y gusto, todas estas facetas. Acompaña a marcas desde la búsqueda de la identidad corporativa hasta el diseño del packaging donde es sobria y elegantísima. En este campo ha trabajado con hoteles, hospitales, artesanos locales, restaurantes, aceites (por el que recibió un Premio LAUS, el Best Packaging Design en el International Olive Oil Competition en Los Ángeles y en el italiano Le forme Dell’olio), vinos y un largo etcétera.
Sin embargo, antes de llegar a lo que es puramente literatura infantil, Alenda aún guarda algunas sorpresas. Quiero detenerme en lo que llamo “merchandising cultural” y es que Paula ha colaborado con diversos museos y exposiciones molonas. Tiene un par de colecciones textiles y de papelería ilustrada para Palacios y Museos: En tiendas de Reales Sitios podrán encontrar bolsas ilustradas con cúpulas del Real Monasterio de El Escorial, Palacio Real de Madrid, Real Granja de San Ildefonso y Real Palacio de Aranjuez. En un alarde genialidad, la colección Reyes también consta de cuadernos que llevan en la portada retratos de los monarcas españoles desde los Reyes Católicos a Felipe VI, y en la trasera sus períodos de reinado. La colección Cosas de Palacio está inspirada en elementos propios de los Reales Sitios y de la iconografía de nuestro escudo.
Mención aparte merece su colaboración con el Thyssen- Bornemisza. En la tienda de dicho museo pueden encontrar libretas, juegos de memory y productos textiles ilustrados con dos temas: Calaveras, inspirado en el cuadro Abstracción de Willem de Kooning y Gallinas inspirada en Gallinero de Gauguin.
Paula Alenda practica la papelería ilustrada en la web Con Trompa y Cartón. Con el irresistible lema de “Volverás a amar el papel” nos propone agendas para apuntar planes culturales, juegos, libretas, listas de la compra, una amplia colección de papel pintado con el que decorar paredes y plannings, así como mantas de picnic y delantales.
Si alguien no ha leído Cuentos por teléfono de Gianni Rodari, no ha tenido infancia. Paula no sólo lo ha hecho sino que también ha sido la encargada de diseñar el cartel homenaje de los 100 años el nacimiento del autor italiano.
“Me siento cómoda con la poesía porque sintetizo la esencia y lo que percibo en una ilustración poética puntual.” –dice la ilustradora. Y lo demuestra en Versos para contar estrellas de Juan Carlos Martín Ramos (Anaya, 2021). Se trata de un poemario de matemáticas y versos para niños que ponen los cinco sentidos.
Algo que se agradece mucho en la obra de Paula Alenda es que está a años luz de la ñoñería. No hay rastro de ella en los textos que ilustra ni, por supuesto, en sus acuarelas. ¿Ejemplo? ¡Vaya lío de mañana! (Anaya, 2017) de Antonia Rodenas:
¡Vaya lío!
¡Tiene gracia!
Lo que veo por mi ventana.
Y veo un lobo medio bobo
Un gorila color lila.
Otro cuento ilustrado por ella que me encanta es ¡Qué raro! (Edelvives, 2013) de Catalina González Vilar. Incluye un Cd para escuchar el cuento narrado. El barrio de Martina, una niña que siempre va con los ojos cerrados y decide abrirlos -porque a su tía Clotilde le parece una excentricidad- no puede resultarle más asombroso. Los pinceles de Paula hacen que también nos lo parezca a nosotros.
Tortololita (Libre Albedrío, 2015) es una belleza de Roberto Aliaga que Alenda sublima. Se trata de un álbum delicado para niños hasta 5 años que cuenta la historia de una pequeña tórtola que cae del nido mientras su madre ha ido a buscar comida.
En YouTube pueden encontrar el Booktrailer:
Como buena alicantina y especialista en ilustraciones poéticas, no es extraño que haya llegado incluso a ilustrar una antología de Miguel Hernández para niños: El Silbo del Dale (Edelvives, 2009)
Además de muchos otros títulos (Constantino hace llover– Edelvives, 2007, Óscar sabe muchas cosas– Everest, 2008, La península del tesoro– Tándem 2011), Paula Alenda ha participado en algunos proyectos corales y ha comisariado e intervenido en la ilustración de diversas exposiciones de literatura infantil como “100 libros que no son cuentos”, “Caminando entre versos” y “Que viene el lobo”, entre otras.
En cuanto a los aspectos técnicos de su trabajo es tajante, lo que más disfruta es la acuarela porque le permite experimentar de modo intuitivo, jugando con las imágenes y creando asociaciones que amplíen su significado.
Mejor nos lo cuenta ella: “A mí me gusta mucho la mancha suelta, y jugar con los diferentes efectos del agua. Trabajo de un modo muy libre, muevo agua y pincel para manchar sin abocetar antes, ni dibujar líneas de marca, eso me hace usar mucho papel porque es la forma en la que consigo que la ilustración sea lo más “libre” posible, aparentemente espontánea. Después con los restos de papel manchados y no utilizados hago recortes que utilizo para las dedicatorias de los libros, así se llevan los lectores un trocito del trabajo y de la frustración”.
Por último, un regalo imprescindible para los pequeños lectores: Leo Libros. Se trata de una motivadora libreta diseñada con sus característicos personajillos (se puede adquirir en Con Trompa y Cartón) en la que ellos podrán apuntar cada título leído, la fecha y las observaciones que quieran hacer al respecto. Regálensela a sus hijos, guarden en favoritos el enlace a la sección -de esta página- de la otra Paula (Fernández Bobadilla) y denles las claves de sus cuentas de cliente en Leer por leer. No creo que haga falta mucho más para formar a los hombres y mujeres de mañana.
