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El confinamiento y las ganas de escribir

 El parón rutinario que dejó el Coronavirus hace unos meses hizo que el tiempo comience a valorarse. La familia, los amigos y los tantos momentos de reflexiones personales han influido considerablemente en la manera de vivir que teníamos establecida como “perfecta”. Para muchos, reinventarse ha sido una gran decisión. Sin duda, las redes sociales se convirtieron en la herramienta más evidente para dar a conocer infinidad de producciones creativas. De repente, los más “manitas” han encontrando su sitio decorando la casa como siempre habían imaginado. La ropa que estaba olvidada en el armario ha cambiado de color con la nueva moda tie dye. Las manos y los lápices también se entendieron y han dado pie a preciosos retratos en blanco y negro o increíbles microrrelatos que nos han dejado con ganas de leer esa novela que no existe (todavía). 

 

Sabemos que la escritura nació en Mesopotamia hace miles de años por necesidades administrativas pero en la actualidad, escribimos 24/7 sobre cientos de temas. Sin embargo, el asunto se complica cuando la escritura aparece con una intención. Y es que el arte de ser breve y conciso está al alcance de pocos. Si durante el confinamiento has sentido que tu Shakespeare oculto está con ganas de escribir, a continuación encontrarás siete consejos que te servirán para crear los microrrelatos más fascinantes. ¿Nos ponemos manos a la obra?. 

 

Una estructura familiar

Un relato corto narra una historia, por lo que su estructura es similar a la de otro género muy conocido: la novela. Presentación, nudo y desenlace deben estar presentes y ser identificables por el lector para que aprecie una evolución en la trama y ser capaz de ir avanzando en la misma sin mucha dificultad.

A la hora de escribir un relato corto, hay que afianzar esta estructura sin dejar lugar a dudas o usar recursos que sí son posibles en la novela, como los flashbacks. Esta historia debe ser contada rápidamente, por lo que, como veremos a continuación, no hay lugar para las florituras.

 

Ve al grano

En el relato corto no hay lugar para trasfondos, tramas secundarias y demás elementos que sí son apreciables en la novela o en el teatro (géneros en donde también se narra una historia). El autor debe dejar bien claro qué está ocurriendo desde primera hora y sin caer en descripciones excesivas. Cuidado. Esto no quiere decir que debas ser apresurado ni obviar elementos importantes.

Una buena alternativa que puede servirte en esta parte: Márcate una hoja de ruta con los elementos que son imprescindibles para que tus lectores se enteren de tu historia. 

 

Engancha en las primeras líneas

No hay tiempo para ir cautivando página a página, el lector debe quedar atónito en las primeras líneas. Una vez que tengas su atención, es el momento de mantener esta tensión a lo largo del resto de la historia. Respecto a este último punto, también te recomendamos un final importante, un giro que nadie se espere o todo lo contrario. Es decir, invitar al lector a que poco a poco se acerque a ese final que se espera.

 

Sugerir mejor que definir 

Lo hemos dicho al comienzo, no hay lugar para las grandes descripciones. El autor debe ser capaz de sugerir los detalles que en otros géneros se explicarían ampliamente. Por ejemplo, si al escribir un relato corto decides ubicarte en un pueblo de montaña, en lugar de explicar todo, puedes simplemente indicar: “Era un pueblo, en una montaña, con casas de chimeneas y suelo empedrado…”.

Al lector le toca imaginarse, a su gusto, cómo es el pueblo en el que transcurre la trama. Pero al menos tú ya le habrás sugerido el entorno al que se enfrenta.

 

Como si estuvieras hablando con tus amigos

Resumir a veces puede complicarse pero como en casi siempre, todo es cuestión de práctica. El truco es hacer de una historia larga, un relato más corto. Para demostrártelo te proponemos un sencillo ejercicio, piensa en tu novela o película favorita, intenta contarles a tus amigos de principio a fin toda esta trama y destacando algunos de los diálogos más importantes.

En el caso de la historia que quieras escribir en tu relato corto, haz lo mismo. Piensa que te has reunido con tus amigos y vas a contarles esta trama.

 

Un tema general

Debe haber un hilo más o menos común en todos tus relatos cortos. Antes te hemos recomendado que “hay que ir al grano”. De un tema general, bajarlo a la Tierra con un asunto más particular.Una temática general en todas tus tramas pueden tratar sobre: misterio, detectives, terror, romance… A partir del tema general, son varias las opciones que se te pueden ir ocurriendo, incluso anécdotas de tiempos que has vivido como por ejemplo: historias del verano, en invierno esquiando con tu familia o amigos, Navidad, viajes, excursiones, una cita…

 

No te limites. El título no tiene porqué ser lo primero que escribas

Ya lo dijimos antes: hay que cautivar desde la primera línea. Esto no quiere decir que antes de empezar a escribir tengas elegido el título perfecto. El título puede aparecer al concluir tu escrito. Este debe invitar al lector a sumergirse en la trama y darle algunas pistas sobre lo que espera en la historia que ha empezado. Además, un título también puede ser sugerente y poner en contexto a los lectores. Hay que economizar todo, ahorrando las descripciones largas a la hora de escribir relatos cortos.

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