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LO LEÍDO
y lo liado
un blog de enrique garcía-maiquez

Una mujer con sombrero

Estaba soñando con Leonor. Iba con sombrero, como un cuadro del viejo Chagall; y entonces ha sonado su despertador. Y en mi sueño ha pasado una cosa rarísima: ella ha saltado y, mirándome un momento, se ha ido, pero dejándose el sombrero detrás, en el suelo, que yo, que seguía durmiendo, miraba con un rarísimo asombro. Ya veremos cómo se da el día, pero no me he levantado con buen pie. Cuando he bajado, Leonor ya se había ido al trabajo, y encima yo tampoco tenía ya su sombrero.

En el móvil, un mensaje de una amiga animándome a hablar contra el conflicto generacional que nos están montando. Nuevo ataque de melancolía. Ya escribí de eso. Naturalmente mi amiga no tiene que acordarse ni tuvo que leerlo. La melancolía es que los dos versos de Aquilino Duque nos impelen: «Si dices la verdad no la repitas./ Sólo el que miente insiste». La repetición trae descrédito, como quejándose uno de que no le hacen casito. Pero si los problemas siguen, ¿qué hacer? Es la misma sensación que el sombrero onírico de Leonor abandonado en el suelo de mi sueño.

Lo bueno de levantarse con el pie izquierdo es que el siguiente paso ha de ser con el pie derecho.

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