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He estado hoy en el notario. En aquel que dio título ha uno de mis libros:
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Aquí cuento cómo fue: aquí. Y me he pasmado de ver que fue hace catorce años. El libro no se ha agotado. O sea, el pábilo vacilante no se ha apagado.
Hoy me ha preguntado si sigo tan aficionado a escribir y, a renglón seguido, ha ponderado muy dicharachero el extraordinario mérito que tiene Alfonso Ussía de escribir un artículo al día. Yo asentía. Estupenda mañana de Ceniza.