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Reseñas
literarias
Laura Pérez Vernetti

Vive la vida: Y otras poesías gráficas de luis alberto de cuenca

por:
Irene Domínguez
Editorial
Reino de Cordelia
Año de Publicación
2022
Categorías
Sinopsis
Lector y defensor de los tebeos, el poeta Luis Alberto de Cuenca vuelve a convertirse en personaje de cómic gracias a una nueva adaptación a la poesía gráfica por la dibujante Laura Pérez Vernetti de trece de sus poemas. En "Vive la vida", que toma nombre de uno de los poemas de "Por fuertes y fronteras", él mismo entra y sale de los relatos, como un mago, para explicar o protagonizar algunos de sus versos. Aborda este libro todos los elementos que caracterizan la obra de este autor: su afición a lo pop, la pasión por los clásicos, la cultura grecorromana, el amor, la pasión, el desengaño. Todo ello con una voz propia, donde siempre subyace el sentido del humor, que le ha valido el Premio Nacional de Poesía y recientemente el Premio «Federico García Lorca» al conjunto de su obra poética.
Laura Pérez Vernetti

Vive la vida: Y otras poesías gráficas de luis alberto de cuenca

Laura Pérez Vernetti (Barcelona, 1958) es dibujante de cómics e ilustradora. Durante los años ochenta colaboró asiduamente en la revista El Víbora. Es autora de varios álbumes, entre ellos El toro blanco (1989), con guion de Joseph-Marie Lo Duca; Las habitaciones desmanteladas (1999), y un largo etcétera. En los últimos doce años ha dibujado la poesía, con obras como Pessoa & cía (2011), El caso Maiakovski (2014), Yo, Rilke (2016) y Viñetas de plata. Poesía gráfica de Luis Alberto de Cuenca (2017), entre otros.

«El sueño y la pesadilla son fundamentales en poesía, los surrealistas lo vieron mucho antes… el sueño estaba poblando la poesía; luego, esos sueños y esa poesía se asimilan y se quedan esas imágenes que trasladas al papel», declaró Luis Alberto de Cuenca en una entrevista. Este libro de poesías ilustradas comienza con el poema «El increíble hombre menguante», que dice: «No sé qué es lo que pasa últimamente, / pero he dejado de protagonizar / mis sueños. Cada vez / represento un papel más secundario: / el mayordomo del protagonista / el que prepara las bebidas de ella». De manera ingeniosa, en las viñetas se van sucediendo imágenes relacionadas con el poema: un diminuto Luis Alberto de Cuenca se posa vestido de mayordomo con una bandeja delante de un hombre, o se posa en el borde de una copa para mover con un palillo la aceituna de su vermú.

En el prólogo, escrito por Álvaro Pons, se cuenta sobre la relación entre la poesía y otras artes: «Ya Apollinaire descubrió que las líneas de los versos podían cobrar vida propia y seguir trayectorias alejadas de la aburrida línea recta, encontrando caminos y vericuetos que transformaran la lectura en la revelación de figuras y dibujos ocultos». Pons, lector habitual de tebeos, destaca la figura de Laura Pérez Vernetti, «autora experta en el reto de experimentar con el lenguaje de la historieta desde que el underground decidiera ser ‘goma-3 para el coco’», que se encontró con Luis Alberto de Cuenca, «poeta que hundía sus raíces en los clásicos para renacer con fuerza alimentado por esa cultura popular denostada que no hacía más que recordar mitologías perdidas».

En palabras de la propia Laura Pérez Vernetti, sobre el poeta: «Es el único que pone al mismo nivel poesía y cómic en cuanto a valor artístico y cultural. Y esta es la razón principal de mi nuevo compromiso a hacer un álbum con él. Además, su obra poética está muy influida por la lectura de los cómics, siendo alguno de sus poemas verdaderos guiones de historieta».

Luis Alberto de Cuenca, en la nota que precede al libro, «Cinco años después», declara: «Soy un chiflado tanto del noveno arte como del primero (no suele decirse cuál es el primer arte, pero estoy seguro de que es la poesía) de modo que no hay nada que me guste más que verlos juntos y gozosamente revueltos en el mismo libro». Los poemas, seleccionados por la propia ilustradora, abarcan cerca de cuarenta años de la obra del autor, desde La caja de plata (1985) hasta Después del paraíso (2021). El poema que da nombre al título, «Vive la vida», está dedicado a Chus Visor, y dice: «Vive la vida. Vívela en la calle / y en el silencio de tu biblioteca. […] Vive la vida en esos barrios pobres / hechos para la droga o el deshaucio / y en los grises palacios de los ricos». En las viñetas, esta vez no protagonizadas por el poeta, sino por una mujer, se suceden ilustraciones de escritores como Lorca, Cervantes, Borges, esos barrios pobres, la alegría de una familia feliz que acaba de tener un hijo o dos amantes en una cama. Laura Pérez Vernetti consigue de una forma muy eficaz el comulgar las referencias cultas con las populares, algo que caracteriza a la poesía del autor.

Según ha comentado la ilustradora en una entrevista: «En Vive la vida aparece con más frecuencia el tema del amor, pero entendido tanto como una inmensa felicidad como también un sufrimiento atroz. Por ejemplo, en el poema Incendio universal, el amor aparece escrito y dibujado acercándonos al Infierno de Dante y a la obra poética y los dibujos de William Blake […] Yo me lo he pasado pipa dibujando todos los temas de este álbum. Una semana estaba enfrascada en la Guerra de Troya y a la siguiente disfrutando con los zombis. Vivir, esto es lo importante y lo que defiende este cómic». En el libro tan pronto se encuentra a Nausícaa —personaje de la Odisea—, desnuda en una fiesta, como una invasión zombi o la historia de una prostituta en un Madrid decadente.

La figura de Luis Alberto aparece y desaparece en estas situaciones, como va y viene de sus sueños, como entra y sale de su poesía. Llama la atención, en especial, el poema «Eva presente», donde la autora dibuja un mundo muy particular: «Llegaste desde el mar —como Afrodita—, / de la luna soñada por Cyrano / o de un pasaje opiáceo de Gautier, / quién sabe desde dónde». La figura del poeta se integra perfectamente en el cómic, pues habita su mundo propio, por muy «opiáceo» que sea.

Temática
Poesía ilustrada de Luis Alberto de Cuenca.
Te gustará si
Te gusta la poesía y quieres disfrutar de una lectura mucho más visual.
Dónde leerlo
En un jardín, antes de comer.
Acompáñalo de
Un vermú con aceituna dentro.