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Reseñas
literarias
Emmanuel Carrere

V13. Una crónica judicial

por:
Carlos Marín-Blázquez
Editorial
Anagrama
Año de Publicación
2023
Categorías
Sinopsis
V13: viernes 13 de noviembre de 2015. En tres puntos diferentes de París se producen atentados yihadistas. El más grave es el de la sala Bataclan, donde están actuando los Eagles of Death Metal. El resultado de los ataques en el corazón de Francia es de ciento treinta muertos y más de cuatrocientos heridos. Años después, durante nueve meses –entre septiembre de 2021 y junio de 2022–, se celebra el juicio en el Palacio de Justicia de la capital. Hay catorce acusados: el principal es el único superviviente de entre los terroristas de Estado Islámico que participaron en la masacre. Sobrevivió porque no detonó su cinturón con explosivos. ¿Falló el mecanismo? ¿Tuvo miedo? ¿O quizá un fugaz momento de arrepentimiento y humanidad? El resto son colaboradores en distintos grados. Y además están los testigos –que cuentan historias de una gran crudeza–, los familiares de los fallecidos, los severos fiscales, los abogados defensores, que utilizan argucias para tratar de salvar a sus clientes, el tribunal, que debe emitir sentencia… La justicia evalúa con frialdad la barbarie.
Emmanuel Carrere

V13. Una crónica judicial

El 13 de noviembre de 2015 tres atentados yihadistas golpean de manera simultánea la ciudad de París. El saldo total de víctimas asciende a ciento treinta muertos y más de cuatrocientos heridos. Los terroristas, que han viajado la noche anterior desde Bruselas, han planificado al detalle la operación: uno de ellos hace detonar su chaleco explosivo en las inmediaciones del Stade de France, donde está a punto de disputarse un partido de fútbol entre las selecciones de Alemania y Francia; otra célula se dirige hacia las cafeterías del este de la ciudad y ametralla a los grupos de personas que se encuentran a esa hora de la noche en las terrazas; un tercer comando irrumpe en la sala de conciertos Bataclan y, en mitad de la actuación de un grupo de rock, vacía los cargadores de sus fusiles automáticos sobre el cerca del millar y medio de personas que abarrota el recinto. Este último es el atentado que causa mayor conmoción en la opinión pública debido a las circunstancias particularmente terribles en que se desarrolla: es el que provoca un número mayor de muertos y las víctimas quedan atrapadas en un espacio cerrado, a merced de sus asesinos, sumidas en un horror indescriptible mientras éstos las van tiroteando a su antojo.

Varios años después de estos sucesos llega el momento de que se celebre el juicio. De entre las catorce personas que comparecen en el banquillo, acusadas en grados diversos de participación, sólo una ha participado directamente en los hechos. El resto murió en el curso de enfrentamientos posteriores con la policía o se hizo estallar durante los atentados. El 8 de septiembre de 2021 tiene lugar la primera sesión de este macroproceso que no concluirá hasta junio del año siguiente. V13 (siglas correspondientes a viernes 13, día en que se produjeron los atentados) es la historia de ese juicio narrado desde la siempre interesante mirada del escritor Emmanuel Carrère.

Durante los meses que duró, Carrère asistió a la práctica totalidad de las sesiones del juicio y fue redactando una serie de crónicas que enviaba a Le Nouvelle Observateur, en cuyo suplemento aparecían publicadas con una periodicidad semanal. Esas crónicas son la base a partir de la cual surge este libro. Un libro, por lo demás, impresionante.

Para quienes no se hallen familiarizados con la trayectoria literaria de nuestro autor, será útil especificar que estamos ante un consumado especialista en el arte de edificar monumentos literarios a partir de sucesos y personajes reales. Sus libros, sin embargo, no se limitan a exponer una somera relación de hechos, sino que en ellos se despliega la propia personalidad de Carrère, sus juicios y la proyección de sus contradicciones íntimas, el esfuerzo ímprobo que cada vez acomete por cubrir todas las facetas del suceso al que se enfrenta.

En el caso que nos ocupa, el autor es consciente desde el primer instante de que la materia con la que debe lidiar resulta de una naturaleza especialmente sensible. Debe hablar de las víctimas, pero también ha de adentrarse con pies de plomo en el oscuro laberinto donde se ha engendrado la bestia. Debe describir hechos de una crudeza suma y, a la vez, siente la obligación de que la dignidad de las víctimas y de sus familiares no se vea en ningún momento menoscabada.        

A fin de no extraviarse en los meandros de un juicio de una magnitud inusitada, Carrère divide su crónica en tres apartados nítidos: las víctimas, los acusados, el tribunal. Cada uno de ellos, a su vez, aparece subdividido en epígrafes de contenido más bien breve, lo que le otorga al conjunto del libro una fluidez en las antípodas de la cadencia premiosa y ceremonial que caracteriza el desarrollo de este tipo de procedimientos procesales.

A través de ese ritmo ágil, el autor aborda la práctica totalidad de los aspectos del fenómeno que tiene ante sí. Su tratamiento de las víctimas es a la vez profundo y exquisito, y de la selección que se ve obligado a realizar de un número limitado de casos surge algo parecido a un tratado acerca de la complejidad del ser humano inmerso en la vivencia de una situación extrema. El miedo coexiste con la heroicidad, el estupor con el deseo de justicia, el afán de sobreponerse a lo vivido con la descripción de unas secuelas que en ocasiones llegan a manifestarse en sus extremos más trágicos.  Al hilo de ello, se agradece a honestidad intelectual del autor, distintivo habitual en sus libros, cuando declara: «Es preciso confesarlo: a la gente aficionada a los juicios más que las víctimas les fascinan los culpables. Compadecemos a las víctimas, pero tratamos de comprender la personalidad de los culpables. Son sus vidas las que escudriñamos para detectar el punto de desgarrón, el punto misterioso en el que se desviaron hacia la mentira o el crimen. En el V13 ocurre lo contrario. Las cinco semanas de testimonio de las partes civiles nos han trastornado, nos han devastado y casi cuatro meses después lo que emerge son sus rostros puestos al desnudo por la tragedia».

Carrère es un experto en estas incursiones en el mal. Mi impresión es que rara vez sale indemne de ellas. V13 es su particular homenaje a unas víctimas que, en su condición de compatriotas, probablemente hicieran más hiriente su indagación. Por momentos, parece asomarse con disgusto a algo que los franceses que participan de una mentalidad similar a la suya se resisten a admitir: la imposible conciliación entre determinadas visiones del mundo que comparten un mismo espacio geográfico. De ahí su empeño en comprender lo sucedido, aclarando no obstante que «comprender no es discupar».

A este respecto, resulta muy ilustrativo de su postura intelectual el párrafo siguiente: «Lo que me interesa es el largo proceso histórico que ha producido esta mutación patológica del islam. Doy vueltas, sigo dando vueltas a esta frase tan asombrosa, tan profunda que, contra todo pronóstico, pronuncia Salah Abdeslam (el principal acusado): lo que no funciona en este juicio es que no hemos hecho ningún esfuerzo por comprender a los yihadistas. Es como si sólo leemos el último capítulo del libro: habría que haber leído el libro desde el principio».

V13 representa ese esfuerzo por acercarse a la raíz de un problema para el que no parece existir solución. Representa, en definitiva, el intento de leer el libro «desde el principio»: una pretensión tan honesta como inviable. Además, Carrère es consciente de que la toma de distancia necesaria para diseccionar el fenómeno es un privilegio sólo al alcance de quienes han tenido la fortuna de no haber sido tocados de cerca por el horror. Lo sabe, ha dedicado meses a escuchar y transcribir el testimonio de las víctimas. Por eso, de entre esos testimonios, no permite que quede excluida la voz de quienes, al margen de los discursos virtuosos, elevan una réplica agreste, a todas luces incómoda para los oídos de esa parte de la sociedad que, en contra de las evidencias, sigue empeñada en la búsqueda de alguna forma de armonización. La voz de Patrick Jardin, por ejemplo, padre de una muchacha asesinada aquella noche: «Me acusan de ser recoroso y es cierto, señor presidente, lo soy, y lo que más me asquea son los familiares de las víctimas que no sienten odio. Dicen que soy de extrema derecha, y puede que lo sea, no lo sé; pero, incluso si soy de extrema derecha, ¿acaso mi hija está menos muerta?»

Y en esa pregunta queda formulada la clave insoslayable de la cuestión.

Temática
Crónica del macrojuicio por los atentados terroristas del 13 de noviembre de 2015 en París.
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