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Reseñas
literarias
Olga Tokarczuk

Sobre los huesos de los muertos

por:
Aurora Rice
Editorial
Siruela
Año de Publicación
2016
Categorías
Sinopsis
Olga Tokarczuk, una de las voces más vigorosas de la narrativa polaca contemporánea, despliega en este arrebatador thriller metafísico todas las contradicciones del alma humana. Janina Duszejko es una ingeniera de caminos retirada que enseña inglés en la escuela rural de Kotlina K;odzka, una región montañosa del suroeste de Polonia. Cuando la rutina del pueblo se ve sacudida por una serie de asesinatos que tienen como víctimas a varios cazadores furtivos, Janina, apasionada de la astrología, defensora a ultranza de los animales y obsesionada por la obra del poeta William Blake, intentará resolver por su cuenta los misteriosos crímenes. Bajo la forma de una novela policiaca y con un original subtexto ecologista, Tokarczuk retrata soberbiamente la sociedad local, cuestionando sin ambages tanto la falta de respeto por la naturaleza como el radicalismo ambientalista, en una de las obras más poderosas y originales de la literatura europea actual.
Olga Tokarczuk

Sobre los huesos de los muertos

A casi todos nos pasa: al enterarnos del último Nobel de Literatura, muchas veces nos quedamos como estábamos. Es muy posible que no nos suene el nombre de la polaca Olga Tokarczuk, que recibió en 2019 el de 2018. (Para el público anglosajón era algo más conocida, porque la traducción al inglés de su novela Vuelos había ganado el International Man Booker.) Pero por suerte, el Premio ha animado a la traducción y publicación de su obra en español. La crítica dice de Sobre los huesos de los muertos que está entre el cuento de hadas y la novela negra, que es un eco-thriller; que se trata de un himno a la naturaleza, una oscura comedia feminista, un manual de política vegetariana, una fábula existencialista. Todos señalan que la novela toma su título de un verso de William Blake, y cada capítulo comienza con citas del mismo poeta. Todo eso está muy bien y es verdad. El lector que quiera entretenerse lo pasa bien, porque es un misterio a lo Agatha Christie, y además está muy bien escrito y con mucho humor negro. Quien busque una defensa del feminismo o del vegetarianismo seguro que también lo encuentra. Pero se puede profundizar más, y al final la novela nos deja un regusto perplejo, de manera que seguimos dándole vueltas a la intención de la autora. No porque no se exprese bien, sino todo lo contrario: porque la intención es, precisamente, que cuestionemos.

De todos los epítetos que le dedica la crítica, yo me quedo con oscura comedia. En medio de los asesinatos y de la rabia impotente de la protagonista, hay que reírse. A Janina Duszejko, narradora protagonista, no le gusta su nombre, y le molesta que los demás lo utilicen. A sus conocidos les pone motes según la primera impresión. A los animales, por el contrario, los llama con nombres más propios de seres humanos: Jovencitas (las ciervas del bosque), Niñas (sus dos perras), Marysia (la perra del vecino). Hasta su coche es un Samurai. Al ver el primer cadáver, ni siquiera le parece un ser humano; es un trasgo, un troll, un demonio. No obstante, lo trata con delicadeza, ayudando a vestirlo antes de que llegue nadie más: Janina es contradictoria, como todos. Porque otro elemento de la novela son los límites: entre locura y cordura, justicia y tradición, voluntad y destino; pero además, Janina, comola propia Tokarczuk, vive en la mismísima raya entre Polonia y Chequia, en un sitio remoto donde las telecomunicaciones se confunden y a veces ni ella misma sabe dónde está. Luces y sombras hay también en la recepción de la obra de Tokarczuk en su patria: como suele ocurrir a los activistas, en algún momento la han llamado traidora, y la película basada en Sobre los huesos de los muertos se tildó de anticristiana y ecoterrorista; pero Tokarczuk ha recibido dos veces el premio literario polaco más importante, el Nike, y el público polaco la adora.

En la superficie, Janina es simplemente una señora desquiciada que no tiene otra cosa que hacer que poner denuncias y escribir cartas al director. El mérito de Tokarczuk consiste en obligarnos a reconocer que, aunque no compartamos su furia ante ciertos comportamientos, la entendemos. Sí, la comprendemos, y hasta nos resulta simpática (excéntrica y simpática, combinación estupenda). Comprender es amar, ¿cierto? Según el comité de los Nobel, la obra de Tokarczuk está “plena de ingenio y astucia”. En efecto, la astuta Olga consigueingeniosamente que miremos con cariño a una señora ingeniera, ahora maestra, que, en la cocina de su vecino, piensa: “Qué alegría en la vida cuando ocurre que uno tiene una cocina limpia y cálida. A mí nunca me ha pasado”. Que traduce la poesía de Blake y practica la astrología en un esfuerzo por comprender el universo; que ama a los animales, y a sus semejantes no tanto. Una mujer para quien “dolor es una palabra importante al definir el mundo. Se encuentra en la base de todo, es el quinto elemento, la quintaesencia”; una mujer que, al ver la predicción meteorológica en televisión, dice que encuentra muy convincente esta división de las personas en tres grupos. Los esquiadores son hedonistas: se dejan llevar cuesta abajo. Los conductores prefieren controlar su destino con sus propias manos… y los alérgicos siempre están en guerra”. Padece una enfermedad crónica (no dice cuál), pero no da lástima: dice enigmáticamente que a veces piensa que sólo los enfermos están sanos.

Como todo buen libro, nos lleva a otros. En medio de la lectura se nos ocurre buscar los poemas de William Blake: de nuevo la perplejidad, sobre todo leyéndolos en internet, desnudos: lo suyo es verlos con sus ilustraciones, como los concibió el poeta. Recordaremos tal vez que ya conocemos sus grabados geniales (por ejemplo, El gran Arquitecto): veamos El matrimonio del cielo y el infierno,las Canciones de inocencia y de experiencia, su Divina Comedia ilustrada, y ediciones enteras, como la de Jason Whittaker, dedicadas a sus delirantes y maravillosas obras poético-pictóricas. (También nos tropezaremos en Renacimiento con la semblanza que le dedicó G.K. Chesterton.) Tal vez empecemos a intuir el porqué de las referencias continuas al poeta en la novela de Olga Tokarczuk: Blake también camina en el límite de la locura, igual que Janina. En los Proverbios del infierno, de donde está sacado el título de la novela, dice también: Todo alimento sano es capturado sin red ni trampa: ahí encontramos la cita de Blake con que se identifica Janina.Janina, que considera que el nombre que aparece en su documento de identidad es escandalosamente incorrecto e injusto. Creo que mi nombre verdadero es Emilia, o Joanna. A veces creo que es algo así como Irmtrud. O Belona. O Medea”. ¿Hay que reírse, o no?

Temática:
los entresijos de la vida en una pequeña comunidad rural.
Te gustará si:
te gusta la novela negra con algo más.
Dónde leerla:
Léela al aire libre, bien abrigado en las largas tardes de comienzos del otoño.
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