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Reseñas
literarias
Charlotte Brönte

Jane Eyre

por:
Paula Fernández de Bobadilla
Editorial
Alianza
Año de Publicación
2017
Categorías
Sinopsis

Dueña de un singular temperamento desde su complicada infancia de huérfana, primero a cargo de una tía poco cariñosa y después en la escuela Lowood, Jane Eyre logra el puesto de institutriz en Thornfield Hall para educar a la hija de su atrabiliario y peculiar dueño, el señor Rochester. Poco a poco, el amor irá tejiendo su red entre ellos, pero la casa y la vida de Rochester guardan un estremecedor y terrible misterio.

Charlotte Brönte

Jane Eyre

Este verano me estoy hartando de leer. Hacía mucho, muchísimo que no me lo pasaba tan bien y tan seguido, probablemente porque no soy inmune a las distracciones del móvil y últimamente estaba llegando a un punto en que la cosa estaba dándome hasta vergüenza. Comprendí que tenía que remediarlo de alguna manera, así que puse rumbo a la librería y me hice con un ejemplar de Jane Eyre (Alianza Editorial, 2021). Charlotte Brontë ya me había salvado la vida hace al menos 20 años: yo vivía entonces un momento delicado en Barcelona y necesitaba a toda costa engancharme a un libro. Aún conservo la edición de Cátedra en la que lo devoré, pero esta vez, además de una buena historia, quería que la edición fuera bonita –me da mucho coraje tener ediciones feas de libros que me encantan–. Pensé en buscar el original en inglés, pero deseché la idea rápidamente: no quería trabajar ni un poquito, lo único que quería era leer y disfrutar, como cuando era chica. Así que en el momento en el que Cristóbal, el muy amable librero de La Luna Nueva, me enseñó la edición florida y preciosísima, en tapa dura, de Alianza Editorial, me lancé de cabeza. El resto lo dejé, una vez más, en manos de la Brontë.

 

La historia de Jane Eyre la conocemos todos, o nos parece que la conocemos porque si no lo hemos leído, seguramente hemos visto alguna de las películas. Pero traigo buenas noticias: si lo que habéis visto es la película, ya podéis haceros con el libro tranquilamente, porque no tienen nada que ver. Es decir, algo sí: la huérfana maltratada que acaba encontrando el amor en el torturado y rico señor Rochester, que recupera la fe en la posibilidad de una vida plena cuando conoce a la joven Jane. Hasta ahí, sí. Ahora, para enterarnos de algo y, sobre todo, para llegar a sentir algo, tenemos que irnos directos a la novela. No hay más que echarle un vistazo a sus 644 páginas para comprender que eso no cabe en una película por muy temprano que uno se levante; no solo por la longitud –que también–, sino por la cantidad de matices que se pierden. Y se pierden una barbaridad, créanme, que me la tragué en cuantito me terminé el libro.  

 

Jane Eyre me ha ayudado a ir reeducando mi atención lectora, y nada más que por eso siempre será un libro al que le tendré especial cariño. Pero además es una historia tremendísima y apasionante, llena de párrafos como este: “A veces tengo una sensación rara con respecto a usted, especialmente cuando la tengo cerca, como ahora. Es como si tuviera una cuerda atada debajo de las costillas de la izquierda, atada estrechamente con una cuerda similar en la zona correspondiente del pequeño cuerpo de usted. Si se interponen entre nosotros ese canal turbulento y unas doscientas millas de tierra además, me temo que esa cuerda se rompa, y tengo la fantasía nerviosa de que empezaré a sangrar por dentro. En cuanto a usted, se olvidaría de mí”. Hay que reconocer que este monólogo de Rochester, que me chifla, es un pelín exagerado –no perdamos de vista que estamos en el siglo XIX–, pero ¿no es también una maravilla? Claro que lo es, como cuando Jane reconoce que ya no ve feo al señor Rochester: “¿Todavía era feo el señor Rochester a mis ojos? No, lector. La gratitud y muchas asociaciones amenas y agradables convirtieron su cara en el objeto que más me gustaba contemplar”. En qué momento se le ocurrió al director de la película del 2011 colocar a Michael Fassbender para interpretar a un hombre feo es otro tema sobre el que no nos vamos a extender. Pero, errores de casting aparte ¿no les encanta encontrarse aquí con uno de los milagros más estupendos del amor, ese que nos vuelve guapos a los ojos de la persona que nos quiere? 

 

En fin, termino ya porque no sé parar cuando me entra el entusiasmo. Por favor, denle una oportunidad a Jane Eyre si no la han leído nunca (y si la han leído, denle otra). Hay libros que resisten el paso de los años, y que se viven con la misma intensidad a los 20 que a los 40. Para mí, este es sin duda uno de ellos. Creo que menos de 13 euros por una edición tan cuidada y gustosa como esta es un precio muy razonable para descubrir si también lo es para ustedes. 

 

De qué va:
Jane Eyre logra el puesto de institutriz en Thornfield Hall para educar a la pupila de su torturado y peculiar dueño, el señor Rochester. Poco a poco, surgirá el amor entre ellos.
Te gustará si:
Te gustan los novelones del XIX y las historias de amor que acaban bien.
Dónde leerlo:
Si es verano, en el sofá, con el aire acondicionado a todo trapo.
Acompáñalo de:
Un té con hielo.
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