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Reseñas
literarias
Sándro Marái

El último encuentro

por:
Alberto Nahúm García
Editorial
Salamandra
Año de Publicación
2015
Categorías
Sinopsis
Un pequeño castillo de caza en Hungría, al pie de los Cárpatos, donde alguna vez se celebraron fastuosas veladas y la música de Chopin inundaba los elegantes salones decorados al estilo francés, ha cambiado radicalmente de aspecto. El esplendor de antaño se ha desvanecido, todo anuncia el final de una época. En ese escenario cargado de vivencias, dos hombres se citan para cenar tras cuarenta años sin verse. De jóvenes habían sido amigos inseparables, pero luego sus caminos se bifurcaron: uno se marchó a Extremo Oriente y el otro, en cambio, permaneció hasta hoy en su propiedad. Sin embargo, ambos han vivido a la espera de este momento, pues entre ellos se interpone un secreto de una fuerza singular. Todo converge en un duelo sin armas, aunque tal vez mucho más cruel, cuyo punto en común es el recuerdo imborrable de una mujer. En esta magistral novela, Sándor Márai plantea la búsqueda de la verdad como fuerza liberadora, como soporte ético imprescindible para sobrellevar el peso de una vida. La exactitud de su prosa, unida a la vigencia de sus propuestas morales, lo sitúa entre los grandes escritores europeos del siglo xx.
Sándro Marái

El último encuentro

 

Produce una inquietante curiosidad que alguien decida suicidarse a los 89 años. Sandor Márai, el autor de esta fascinante novela, lo hizo. Nacido en Hungría en 1900, exiliado en EE.UU., prohibido por el régimen comunista, Márai resucitó literariamente con esta novela que vio la luz por primera vez en español en 1999. Fue la editorial italiana Adelphi quien lo rescató del olvido donde yacía desde que escribiera sus novelas, allá por los turbulentos años 30 y 40.

En El último encuentro la acción nos ubica en el período de entreguerras. Dos amigos y un secreto que les separa desde hace más de cuarenta años. Una larga espera. Una mujer que se interpone aún entre ellos. Caza, banquetes, bailes, nostalgia… Pulula el declive de un imperio y una época —la jovialidad de la juventud— que nunca volverán.

En la trama se dan cita el pragmatismo y la resolución de un viejo militar austro-húngaro, Henrik, frente a la sensibilidad y la evasión del visitante Kónrad. Un monólogo frente a un silencio. Entre medias, el abismo de la verdad. Porque si algo rebosa en este crepuscular es la verdad. Detrás del triángulo amoroso, elíptico durante casi toda la novela, se esconden reflexiones —desencantadas y directas— sobre el sentido de la vida, la fuerza omnipotente de la amistad, la parte miserable de la condición humana, la desolación de la traición, la necesidad de amar, la sensibilidad de saberse diferente o la dignidad ante la vejez y la muerte.

Márai consigue todo ello atrapando al lector con una prosa ágil, poderosa y rica en imágenes. Deleitando con su elegancia, con sus melancólicas descripciones de los fastos de otra época, de una felicidad perdida, Márai se las ingenia para que una espera —casi una vida— y una conversación con aire de soliloquio enganchen al lector con la misma tensión que un best-seller. Porque la intriga por desvelar un enigma doloroso anima a devorar las páginas para, al final de cada capítulo, desvelar una clave, una verdad, una porción del secreto.

Puede que el gran tema de El último encuentro sea la decadencia. La derrota permanente contra el tiempo. Esa decadencia, sugerida por los recuerdos de la primera parte de la novela y las elipsis de la segunda, recuerda a El gatopardo de Lampedusa: un hombre como reducto de un tiempo que ha mutado irremisiblemente. Ahí radica el barniz de nostalgia y desengaño que lo impregna todo: un piano en el que ya no suena Chopin, retratos retirados de las paredes y cenas regias que ya solo perviven en los recuerdos.

El viejo militar y su criada, Nini, permanecen como vestigios del museo de cera en el que se ha convertido el palacio: un paraíso de recuerdos. Pero Henrik, el veterano general, también ha sido expulsado de ese edén. Por eso espera. Por eso permanece vivo. La conversación entre los dos amigos se convierte en un ajuste de cuentas, una catarsis dialéctica que les permita afrontar el último viaje con dignidad. Un remate para sus vidas. Cerrar el círculo, atar los últimos cabos, reconciliarse con el pasado.

Como los personajes de su propia novela, un anciano Sándor Márai ligó todos los cabos que quedaban sueltos en su vida y levó anclas para siempre. Por suerte para nosotros, dejó parte de su equipaje en tierra.

 

 

Temática:
Drama histórico intimista
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