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Reseñas
literarias
Helene Hanff

84 Charing Cross

por:
Esperanza Ruiz
Editorial
Anagrama
Año de Publicación
2012
Categorías
Sinopsis
Helene Hanff és una escriptora desconeguda que viu a Nova York i fa guions per a la televisió per tal de sobreviure. Frank Doel treballa en una llibreria de vell al número 84 de Charing Cross Road, a Londres. L'Helene és espontània i divertida. En Frank és discret i reservat. Viuen en dos mons completament diferents, però comparteixen una passió: els llibres.84, Charing Cross Road és la història de la relació epistolar que van mantenir l'Helene i en Frank durant quasi vint anys. La publicació d'aquest llibre va convertir Helene Hanff en una escriptora de culte per als amants de la literatura. Va ser tal l'èxit d'aquest llibre que se n'han fet diverses adaptacions per a la televisió, el cinema i també per al teatre.
Helene Hanff

84 Charing Cross

Si ustedes se hacen hoy con 84, Charing Cross Road, mañana lo habrán acabado después de trasnochar un poco, al tiempo que desearían que los protagonistas se hubieran escrito con mayor frecuencia o que la trama hubiera dado un paso más. Son tan sólo 126 páginas en las que la autora tiene tiempo y espacio para trasladarnos unas cuantas veces desde Nueva York a Londres y de vuelta a los Estados Unidos. Lo sorprendente es que lo hace publicando su correspondencia personal con un librero que la surte de ejemplares antiguos al otro lado del Atlántico.

La segunda línea de la primera carta ya es prometedora porque anuncia la personalidad de Helene Hanff: luminosa, ingeniosa, inteligente y arrebatadora. El señor Frank Doel, su interlocutor al otro lado del charco, es el contrapunto perfecto por sus maneras extremadamente formales y su flema británica. No se trata de una novela de ficción pues, aunque se lee como tal, sino de la recopilación de las cartas que se enviaron a lo largo de 20 años la autora y el empleado de librería londinense.

La familia  de la autora acababa de emigrar a los Estados Unidos cuando ella nació y sobrevivían con los escasos recursos económicos que les proporcionaba el trabajo como camisero del padre, quien resulta ser un gran aficionado al teatro y se las arregla para conseguir entradas a menudo. Este es el ambiente en el que Helene Hanff crece y hereda la pasión de su progenitor. Cuando cuenta con 22 años y gracias a una beca se instala en Manhattan donde trata -sin éxito- de ganarse la vida como escritora de  obras teatrales. Finalmente, subsiste produciendo guiones para la televisión americana. 

La señorita Hanff tiene 33 años cuando decide adquirir la cultura clásica de la que carece por falta de estudios. Tras realizar ímprobas búsquedas por las librerías de su ciudad, se topa con un anuncio de prensa de la librería Marks & Co, situada en el número 84 de Charing Cross Road de Londres y especializada en “libros agotados”. Hanff les dirige una carta adjuntando un listado de los libros que necesita adquirir y pidiendo que se los remitan si disponen de esos ejemplares a condición de que sean “limpios, de segunda mano y a un precio que no rebase los 5 dólares por unidad”.

Tras ese primer pedido, Helene se interesa por dos ejemplares del Nuevo Testamento, en latín y en griego y cuando los recibe contesta de esta manera a FPD (empleado de Marks & Co que firma las comunicaciones de la librería pero que aún no se ha presentado como Frank Doel):

  • ¿QUÉ PORQUERÍA DE BIBLIA PROTESTANTE ES ÉSTA? Tengan ustedes la amabilidad de informar a los responsables de la Iglesia de Inglaterra de que han echado a perder la prosa más bella que jamás se ha escrito. ¿Quién les dijo que zascandilearan con la Vulgata latina? Lo pagarán en el infierno…, miren lo que les digo. A mí no me va nada en esto, porque soy judía.

 

Y así, con la elocuencia, espontaneidad y arrolladora personalidad de Helene Hanff, va trascurriendo el intercambio de cartas. Sin abandonar el trasfondo literario la relación entre ambos trasciende la puramente comercial.  La carta que inicia la relación epistolar con Londres es enviada el 5 de octubre de 1949, y Europa todavía se está recuperando de la devastación económica de la II Guerra Mundial por lo que en Charing Cross Road tienen que lidiar aún con el racionamiento de alimentos y otros bienes. Esta situación lleva a Helene a implicarse en las circunstancias de la familia del señor Doel y del resto de empleados de la librería especializada en ejemplares antiguos.

 

  • Con la llegada de la primavera necesito un libro de poemas de amor. ¡Nada de Keats o Shelley! Envíeme poetas que sepan hablar de amor sin gimotear…

 

Los comentarios de Hanff  sobre la literatura y la vida, su desparpajo inteligente y sus excentricidades ponen en más de un apuro a un contenido Frank Doel que a lo largo de veinte años desarrolla una verdadera complicidad y sincero aprecio por su cliente americana.

 

En 1969 la escritora piensa en hacer algo “literario” que honre dicha relación epistolar pero no acaba de dar con la forma, que ella intuye como una narración corta para ser publicada por alguna revista. Sin embargo, un amigo decide enviarlas a un editor quien, sin dudar un segundo, le propone publicarlas en un libro. Helen Hanff consigue con el rotundo éxito de 84, Charing Cross Road el reconocimiento que le había sido negado a lo largo de su carrera de guionista y autora de obras teatrales. En 1971 con la publicación de la obra en Inglaterra viaja a la capital británica donde se la considera una celebridad. Pero la felicidad nunca es completa y la librería Marks & Co, para ese momento, ha cerrado sus puertas y ya forma parte del pasado. Además, cuando se produce la adaptación para el teatro, primero en Londres y posteriormente en Broadway, Helene Hanff, la fracasada escritora de piezas teatrales no participa en la adaptación de la misma y la considera como algo ajeno a su producción.

 

En 1987, el director David Jones lleva la obra al cine con un reparto inmejorable: Anne Bancroft y Anthony Hopkins. Se ha dicho que es la película que mejor ha sabido plasmar el tema, siendo la historia más bella de libros jamás filmada. El editor Pablo Velasco parece estar de acuerdo, según desvela en el cuestionario que le hicimos en La Solapa.

Como anécdota final, Helene Hanff, que muere en una residencia de ancianos a los 80 años donde malvivía de los derechos de autor, poseía, presidiendo el centro de su biblioteca, el rótulo de la librería londinense, robado para ella por uno de sus admiradores.

 

Temática:
Correspondencia entre una escritora y un librero
Te gustará si:
Te apasionan los libros
Dónde leerlo:
En una librería de viejo
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Una taza de chocolate con scones con mermelada
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