X
LO LEÍDO
y lo liado
un blog de enrique garcía-maiquez

Presión

Carmen (12) nos cuenta que siente una enorme presión ante la asignatura de Lengua y Literatura porque su padre es escritor. Leonor se tira en plancha, madre helicóptero, a descompresar a su preadolescente. Me cruzo en su trayectoria y la placo. Le digo a la niña (y a la madre) que me parece excelente la presión. Es lo que convierte el carbón en diamante, etc.

Las convenzo. Tanto, que Leonor se cambia de bando de inmediato y ahora exige que la niña también sienta presión en las asignaturas de Ciencias, porque para algo su madre es bióloga. «No es lo mismo», explica inconsciente Carmen, «porque tú no eres una bióloga famosa». En fin, urge cambiar de tema y le digo ahora, adoleciendo de inconstancia, que tampoco sufra demasiada presión, que yo todavía no he aprendido ni a usar bien el verbo «adolecer», hablando de adolescentes. Esas pifias la deberían despreocupar del todo, insisto, para despistar a la bióloga, sobre todo.

.

Todo eso pasaba en la cena. Ahora acabo de caer en otra metedura de pata de las feas. He puesto en twitter esta maravilla de Albert Camus: «La verdadera aristocracia, por ejemplo, no consiste sobre todo en batirse en duelo. Consiste sobre todo en no mentir. […] La libertad consiste, sobre todo en no mentir». Pero como un bobo, he corregido al premio Nobel y en mi tuit he eliminado el primer «sobre todo», para evitar la redundancia. Ahora me he dado cuenta, ay, de que ese «sobre todo» es esencial —como subrayan los otros que se repiten para subrayarlo— porque quiere decir, precisamente, que si, a pesar de todo, hay que batirse en duelo, pues nos batimos, aunque lo principal sea la sinceridad.

.

¡Qué presión estar a la altura de la presión de mi hija! Merecérmela.

También te puede interesar