GANARSE LA VIDA, David Trueba. Pedro Sánchez comparecía, a petición propia, el pasado miércoles, en el Congreso para informarnos sobre la situación de la pandemia ante la proximidad de la Navidad: “No podemos relajarnos. No podemos bajar la guardia… Hemos luchado mucho todo el año, unidos, y estamos ante este último esfuerzo”, aseguró el jefe del Ejecutivo. Sánchez pidió a los ciudadanos un último esfuerzo a las puertas de que comiencen a administrarse las vacunas. La situación covidiana está obligando a muchas familias a tomar decisiones difíciles para esta Navidad. Más aún con la perspectiva de una vacuna. Viajar a otros lugares para juntarnos sería simplemente una locura, a tenor de la irresponsabilidad de muchos. 

 

La mayoría somos responsables y sabemos cómo cuidar de nosotros y de nuestra familia. Por favor, sentido común. Ya lo compensaremos en breve.  Se presenta una Nochebuena y una Nochevieja con un buen pescado o carne y un buen vino trasmitido a través de Internet. ¡Las llamadas familiares a través de Zoom y Skype arderán esas noches!

 

La familia es un pilar muy importante y David Trueba suele recordarlo en cada entrevista que concede. Sin ir más lejos, en un libro delicioso y muy recomendable que acaba de publicar: Ganarse la vida. Un ensayo breve sobre el oficio de escribir y cómo nació su amor por la escritura y la lectura a través de su infancia, sus hermanos, la familia numerosa, un piso superpoblado, los días sin colegio, las primeras lecturas y películas y, sobre todo, su madre. “Durante aquellos años en que no acudí al colegio, pasaba las mañanas con mi madre. Escuchábamos la radio, ya que la tele no empezaba hasta las dos de la tarde. Dibujaba y le ayudaba a elegir lentejas, porque eran compradas a granel y contenían una enorme proporción de piedras. También le echaba una mano con los postres, y así podía rebañar la crema pastelera con los dedos. Doblábamos juntos las sábanas lavadas, tendíamos la ropa en las ventanas traseras y observaba a mi madre dar cera al suelo de terrazo que siempre soñó sin éxito cambiar por uno de madera o parqué”. David Trueba debutó como director de cine con La buena vida. El filme giraba sobre la pérdida del refugio del hogar. En Ganarse la vida vuelve a su leit motiv: la familia  -padres y hermanos- como refugio, como nido protector. Una familia, la suya, en el barrio madrileño de Estrecho, formada por la madre, el padre y sus ocho hijos. David Trueba es el menor y le separan dieciocho años con el mayor. Las anécdotas del escritor son innumerables: “Íbamos al mercado a comprar y en el mercado, a esa edad, te haces famoso: el señor de la carnicería te cuenta una historia, el frutero otra, y entras en otros lenguajes… yo me acuerdo, por ejemplo, de que un carnicero tenía un ojo estrábico, como el de mi hermano, y me contaba que el ojo se le había caído y que su mujer lo había cogido a tiempo, pero que se lo había puesto al revés y que por eso miraba para otro lado”.

Muchos se verán identificados. El libro comienza así: “A mi madre se le daban bien las plantas. No les hablaba ni hacía con ellas nada especial. Era un cariño delicado y discreto con el que arrancaba las hojas muertas, repartía los nuevos esquejes y giraba los tiestos para orientar hacia el sol la cara que se estaba quedando más triste” Y el segundo párrafo: “La misma buena mano que tuvo mi madre con las plantas la tuvo con sus hijos No era ese cariño atosigante que vi en otras casas o la monserga perpetua de algunas madres de amigos. Era esa misma calidez que conseguía que le brotaran las flores sin grandes esfuerzos”. Todo es un maravilloso homenaje a su madre y a los momentos vividos junto a ella, como aquellas  tardes de plancha escuchando la radio…

 

LOS TOROS DESDE LA IZQUIERDA, Eneko Andueza. El Secretario General del PSE-EE PSOE de Guipúzcoa y Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Parlamento Vasco, acaba de publicar Los toros desde la izquierda. Este hecho, publicar un libro, debería ser lo más normal del mundo; sin embargo, se ha transformado en un campo de batalla en las redes sociales: “Tras el anuncio, el pasado viernes, de la publicación de mi último libro he sido objeto de todo tipo de insultos. En mis perfiles en redes sociales. Hoy, directamente, desean mi muerte. Es tremendo tener que soportar esto por ser socialista y aficionado a los toros”, tuiteaba Andueza. Este ha sido uno de los momentos semanales que mejor ejemplifica la nula tolerancia que gastan algunos miembros de la izquierda española. Precisamente, Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno, quitaba toda carga ideológica a la pasión taurina: “La tauromaquia ha formado parte de la tradición de la izquierda, del mismo modo que de la tradición de la derecha. Las plazas se llenan con fervores varios, no con ideología. Ha habido, y hay, aficionados de izquierdas y de derechas, al igual que toreros. La tauromaquia es parte de nuestra cultura”, asegura la vicepresidenta primera del Gobierno en el prólogo. Zabala de la Serna, apuntaba: “Celebro el libro de Eneko Andueza porque reivindica algo que tanto tiempo vengo reclamando: el espacio de la tauromaquia abandonado por la izquierda. Pero exijo a Carmen Calvo coherencia entre su prólogo y la política de su Gobierno”. 

La vida, como los toros, es emoción y es pasión. Ante la avalancha de mensajes  el autor tuvo que salir a aclarar otra vez: “Con todo mi cariño he querido escribir este libro, que pretende eliminar complejos y poner argumentos en la defensa de nuestra afición desde una visión progresista”. Pero la respuesta de Podemos no se hizo esperar. Politizando una pasión. Muy duros: “Desde el respeto, sorprende mucho como en la actualidad se puede argumentar la defensa de la tauromaquia desde una visión progresista. El PSOE en origen rechazaba este cruel espectáculo. Si Pablo Iglesias Posse dirigiera ahora el PSOE tú y Carmen Calvo podríais ser expulsados”, decía Sergio Torres, director general de Derechos de Animales. A lo que Eneko Andueza contestó: “Probablemente no lo haría porque Pablo Iglesias Posse era un hombre tolerante. Ojalá desde parte de la izquierda se tolerara al diferente de igual manera que siempre se hizo en el partido al que pertenezco. Me siento orgulloso de ser militante del PSOE”.  Fernando Gomá, escribía: “Creo firmemente que defender la Tauromaquia, ahora, es defender un España más plural, libre y tolerante, en definitiva una España mejor. Y desde la izquierda, aún más”. Los toros desde la izquierda es la tercera obra taurina de Eneko que comenzó con Dolores Aguirre, palabra de ganadera” y sigue con “José Cruz, el sueño de Joselillo”. Cualquiera de los tres podría ser un buen regalo de Reyes. Pasión y razones para la tolerancia.

 

DESDE LA ÚLTIMA VUELTA DEL CAMINO, Pío Baroja: Este no ha sido el único momento discordante entre el Gobierno socialista y el Gobierno de Podemos. Se multiplican los choques. Para empezar, jamás nadie había quebrantado el compromiso de mantener el secreto de las reuniones del Consejo de Ministros y raro es el día que no se filtra lo que allí dentro se habla. Siempre, curiosamente, desde la rama podemita.  Las  discrepancias suben cada vez más el tono, ya sea por la extensión del llamado escudo social, la legislación laboral con el salario mínimo o el cálculo de las pensiones. Sonada ha sido la llamada de atención de la ministra portavoz, Montero, en los pasillos del Congreso a Iglesias, “no seas cabezón”. Y, por otra parte, uno de los puntos de discordia que sí ha recibido un toque público ha sido el desmesurado ataque de Podemos a la Monarquía. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, señalaba a Podemos: “No disparemos a la Monarquía. Estamos jugando con el modelo de Estado. Podemos quitar una pieza y que se derrumbe todo”, advertía. Los continuos pulsos que el partido de Iglesias echa al gobierno de Sánchez son de una irresponsabilidad incompatible con su participación en el Gobierno de España. Pío Baroja en Desde La última vuelta del camino, decía: “Para arrastrar a una multitud, lo que se necesitan son palabras sonoras, gritos, una canción, una bandera, un tambor. Ideas ¿para qué?”. Toda una lectura recomendada contra la masa. Pío Caro-Baroja, sobrino nieto del escritor decía en una entrevista recientemente:Si Pío Baroja viese la España de hoy sentiría una profunda tristeza. Y no sólo estaría perplejo, sino también preocupado, viendo en qué se ha convertido la vida pública en nuestro país”. El pensamiento de Baroja era el de un escritor que odió los nacionalismos y la política tosca y soez. Ya en su época se mostraba preocupado por “el escepticismo que iba cuajando en la opinión pública por la situación de pobreza generalizada y la falta de estímulos”. Iñaki Ezkerra en su ensayo La voz de la intemperie definía a Baroja como el mejor antídoto contra los populismos de izquierdas y de derechas pues estos siempre se arrogan la representación de algo: de los oprimidos, de la mujer, de la ética contra la corrupción, de la moral cristiana, de la patria o de la clase obrera. Se parapetan en esos iconos para volverse intocables”. Asimismo, no podemos olvidar aquella anécdota en la tertulia organizada por Ramón María del Valle-Inclán, en el madrileño Café de Levante, cuando tomó la palabra para explicar los tipos de españoles que existían. Este discurso podría tener la misma vigencia que antaño.  Entre otros, señalaba: “Los que aparentan que saben. Los que triunfan sin saber, y los que viven gracias a que los demás no saben. Estos últimos -continuaba Baroja- se llaman a sí mismos políticos y a veces hasta intelectuales”.

 

EL CIELO SE CAE, Lorenza Mazzetti: El Gobierno de Pedro Sánchez se descolgaba esta semana con que no tiene actas de las reuniones de los comités de expertos. Afortunadamente, la hemeroteca existe y recordamos que Pedro Sánchez e Illa aseguraban en mayo que se estaban tomando actas de las reuniones y que se harían públicas.  “En todos y en cada uno de los comités técnicos de seguimiento de la desescalada se tomaba nota de todo y se realizaban actas y serían públicas”. Volvemos a comprobar que la mentira tiene las patas muy cortas.  

Pongámonos serios al hablar de científicos y expertos. Debemos recordar, posiblemente, al mayor genio desde Isaac Newton. A uno de los mejores físicos de todos los tiempos: Albert Einstein. Entre otros, nos descubrió que la luz no se emitía simplemente en forma de rayos, sino como partículas llamadas fotones. Así, muchos años después, se han podido desarrollar avances importantísimos como el láser óptico utilizado en microscopios, cirugía ocular y abdominal, fusión nuclear, CD y DVD, lectores de códigos de barras de supermercados, máquinas secuenciadoras de genes, telecomunicaciones y medición de distancias. Nada más y nada menos. A propósito de científicos, expertos y Einstein recomiendo El cielo se cae, de Lorenza Mazzetti, una niña soñadora y que admira profundamente a su tío, primo del científico Albert Einstein. Lorenza y sus hermanas quedaron huérfanas de madre y su padre las mandó a vivir con unos tíos de origen judío, Nina y Robert. Robert Einstein era primo del científico judío Albert Einstein. Cuando Lorenza y Paola tenían 12 años, las SS llegaron a la casa de campo cercana a Florencia, ametrallaron a su tía y a sus primas y quemaron la casa. Robert, escondido en el bosque, las sobrevivió unas pocas horas. Al conocer la noticia se quitó la vida. “Un espantoso episodio sucedido durante la ocupación alemana de Italia, durante la Segunda Guerra Mundial, que sería conocido popularmente como “la matanza de la familia Einstein”. El odio de Hitler y los nazis contra “el judío y traidor” Einstein, cabeza visible en América de la oposición intelectual antinazi, era tal que parece ser que hubo la orden de acabar de raíz con todos sus familiares que habían quedado en Europa”, relataba Mercedes Monmany en ABC. Lorenza recuerda, por ejemplo, como los niños recibieron instrucciones de llamar a Einstein con el nombre en clave ‘Tío Marino’ para que los alemanes no descubrieran su verdadera identidad. Lorenza Mazzetti murió en Roma el 4 de enero de 2020 a la edad de 92 años. Fue enterrada en el cementerio de Badiuzza (Rignano sull’Arno), junto a la familia Einstein, bajo la estela conmemorativa, una escultura de metal en llamas que apunta hacia el cielo. El cielo se cae ganó el Premio Viareggio en 1962. Fue llevada al cine y alabada por la crítica.