Hasta ahora lo de las confusiones nos sonaban a un tal Dinio “¡la noche me confunde!” y nos reíamos, y pensábamos ¡ay, estos del famoseo… como todo! La realidad supera la ficción y hoy los ciudadanos están más que confundidos. No saben a qué atenerse. Hay un Gobierno, sí, pero no es un Gobierno con criterios unívocos. No hay liderazgo y cada ministro habla y diagnostica en función de sus propios intereses.
Y cuando hablo de confusión no me refiero a cuando Pedro Sánchez confundió en su visita a Extremadura el jamón ibérico con el jamón serrano: “Cuando estuvo aquí el presidente de China en Madrid, os puedo garantizar que tuvo bastantes platos, pero lo que comió fue jamón serrano extremeño. No os podéis imaginar”. ¿Recuerdan aquel patinazo con el lugar de nacimiento de Antonio Machado? “Desde la cuna de Antonio Machado, en Soria”. Me refiero a su política de anunciar y rectificar generando más alarma y confusión. Por no hablar de la total inacción que demuestra en esta tercera ola con un ministro de Sanidad candidato a la Generalitat mientras él ni siquiera nombra al Covid en ninguna aparición pública y un Fernando Simón errando permanentemente. Lo último: hace dos semanas decía que la variante británica tendría impacto marginal. Esta semana dejó caer que será la cepa dominante en marzo. Sin sonrojarse. Y no sé de qué nos extrañamos cuando la mentira es el leit motiv por excelencia de este Gobierno. Recuerden aquello de “no dormiría tranquilo si hubiera cedido a las pretensiones de Unidas Podemos y hubiese aceptado tener como ministros a personas del entorno de Pablo Iglesias”, y miren cómo estamos. O que el 4 de julio dijera que habíamos vencido al virus o que el recibo de la luz era imposible bajarlo “porque Bruselas no lo permitía”. Bruselas salía después explicando que España podría aplicar reducción de IVA como otros países europeos. No hay mejor lectura y opción que acudir al Comisario Montalbano y a Camilleri…
La historia de El carrusel de las confusiones, de Camilleri
Se basa en dos casos que el protagonista está llamado a resolver: una serie de secuestros relámpago y la desaparición de un comerciante, que parecería asustado tras negarse a pagar el dinero de protección de la mafia. El arranque es importante: “A las cinco y media de la mañana el inspector se despertó por una mosca que creía que era un fósil adherido a la ventana, que entra por la fosa nasal izquierda. Para matarla, Salvo se da un fuerte golpe en la nariz que inmediatamente provoca dos cosas: un despertar horrible y una hemorragia nasal. Después de aplicarse hielo en la nariz decide volver a dormir dado el tiempo pero la mosca, al poco tiempo, comienza a zumbar de nuevo. Decide matarla y deshacerse de ella, luego va al baño y se lava las manos. Sin embargo, cuando regresa a su habitación encuentra una mosca en la almohada. Entonces había dos moscas y comienza a preguntarse si mató a la culpable o a la inocente”. Una novela policiaca donde los intercambios personales son los protagonistas. Hay humor. Incluso el inspector en los momentos más difíciles te hace reír. La historia es bastante complicada al principio hasta que tras giros y vueltas logras llegar a saber quién es el culpable. Lo que dice mucho y bien del autor. Encontrarán perlas de sabiduría entre líneas. Un buen thriller. No perderá el tiempo con esta lectura.
Esta semana hemos asistido a un espectáculo que deja a la vista una perfecta radiografía del país que nos está quedando. La polémica por la aplicación de las vacunas que está empañando la campaña de vacunación. El ministerio de Sanidad estableció que los primeros que recibirían las vacunas contra el Covid serían los residentes de los centros de mayores y personal sanitario. Dicho y hecho, el pasado 27 de diciembre comenzaron a vacunarse. Lo que no imaginábamos es que los cargos políticos decidieran administrarse la primera dosis de la vacuna sin corresponderle. Algunos han alegado que se la inyectaban porque sobraban dosis. Incluso, el consejero de Sanidad de Ceuta, Javier Guerrero, justificó: “No me gustan las vacunas”. Este consejero de Sanidad aún no ha dimitido, pero sí lo hizo su homónimo en el Gobierno de Murcia, Manuel Villegas. Eso sí, Villegas renunció a su cargo en la tarde del miércoles después de haber descartado dimitir por la mañana.
Al PSOE, que mantiene una denuncia ante la Fiscalía para que investigue la vacunación contra la Covid de 400 personas en Murcia, también le ha salpicado la inmoralidad. La alcaldesa socialista de Molina de Segura (Murcia), Esther Clavero (PSOE), que hoy ha dimitido, también se adelantó. Por supuesto, personas que se han saltado el protocolo siguen brotando como setas. Pero no todo son malas noticias. Como España es mucho más que unos cuantos aprovechados, también hay sentido común y honestidad como es el caso del cuerpo de los bomberos de Murcia que no ha querido entrar en ese juego inmoral. Se les ofreció ponerse la vacuna de la covid, porque había dosis que “se iban a perder”, se negaron a saltarse el protocolo y rechazaron inyectarse la primera dosis, “por ética”: “Mientras haya un ciudadano que necesite la vacuna, no seguiré protocolos al margen de la ley”, indicó uno de los agentes que no se han inmunizado.
Ocúpate de ti mismo, olvida lo que hacen los demás
Frente a la vacuidad de mensajes políticos y de muchos discursos en las redes sociales, recomiendo Pensamientos para mí mismo, de Marco Aurelio, y El oráculo Mental y Arte de la Prudencia, de Baltasar Gracián. Vamos con Marco Aurelio. Se aconseja a sí mismo sobre cómo cumplir con las responsabilidades y obligaciones de sus puestos. Marco Aurelio dejó como pautas valorar la razón por encima de todo, no dejarse absorber por las cosas insignificantes, limitar las pasiones y los deseos, tomar decisiones sobrias seguidas de un compromiso firme con la elección hecha, la honestidad y nunca ser reservado, la alegría ante los obstáculos. Entre otras ideas destaca, “es una tontería tratar de escapar de las faltas de otras personas. Son ineludibles. Intenta escapar de las tuyas”. Hoy, en un mundo hiperconectado e impulsado por la información también sabemos de las idas y venidas de celebridades y políticos. Tenemos opiniones sobre si fulano de tal debería haber hecho esto y vemos a los medios hablar al respecto. Nos ofendemos cuando nuestros amigos dicen esto o aquello. Incluso hace 2000 años, Marco Aurelio sabía esto: “¿Errores de otras personas?” se recordó a sí mismo, “olvida lo que están haciendo otras personas, olvida lo que están haciendo mal. Tienes suficiente en tu plato. Concéntrate en ti mismo, concéntrate en lo que podrías estar haciendo mal. Arregla eso. Mantén un ojo fijo en tu propia vida. No hay necesidad, y francamente, no hay tiempo suficiente para perder un segundo espiando a otras personas. Ocúpate de tus asuntos”. Altamente recomendable, no puedes leer este libro y no salir con una frase que te resulte útil la próxima vez que tengas problemas.
No se lo van a creer pero el drama y culebrón Kiko Rivera vs Isabel Pantoja continua. El pequeño del alma no nos da tregua. Y eso que hace unos días nos enterábamos de que Kiko se ha puesto a hacer deporte a tope para recuperar su buena forma física y, aunque sea en su casa, no pierde la buena costumbre recién adquirida de entrenar diariamente. Esta sería la noticia en otros tiempos, pero tras la frase, “es mala madre, no estoy preparado para lo que ya me he encontrado”, aún seguimos boquiabiertos. Era la primera vez que nos encontrábamos a Kiko Rivera plantándole cara a su madre públicamente. Lejos de acercar posturas con Isabel Pantoja, Kiko ha vuelto a abrir brecha todavía mayor con la filtración de unos mensajes de audio de Isabel Pantoja a su nieta en el día de su cumpleaños. Dos versiones: La del hijo: “Si tu madre tiene tiempo entre tele y tele, que te ponga este audio. Soy tu abuela, la que creen que está muerta. ¡Ha resucitado!”. Versión madre reenviando los mensajes en El programa de Ana Rosa dejando claro que no había enviado en ningún momento esos mensajes, esa cruel felicitación. El domingo Kiko Rivera acudía de nuevo a Sálvame… veo difícil que esto se arregle…
¿Hasta dónde conocemos a nuestros seres más cercanos?
David Barreiro nos deja escrito este fragmento en El hijo: “Mamá. Así me llamaba siempre, desde que empezó a hablar hasta el día antes de morir, estuviera en mis brazos, acabáramos de discutir o lleváramos semanas sin apenas dirigirnos la palabra porque simplemente no teníamos nada que decirnos. Cada vez que hablaba conmigo me llamaba así, mamá, como no llamaba a nadie más, como nadie más me llamará nunca”. El libro narra la relación que Teresa Falcón Aymerich (nombre de novela decimonónica, dice) tiene con su hijo. Y el eje sobre el que gira es: ¿Hasta dónde conocemos a nuestros seres más cercanos? ¿En qué momento empiezan a fraguarse los secretos entre quienes creíamos más próximos? A lo largo del libro conoceremos los secretos que guardaba el hijo, pero también los secretos que ella misma atesoraba. Una interesante novela y muy intensa.
Nuevas medidas entran en vigor para hacerle frente al Covid. Nuevas medidas excepcionales como la recomendación de teletrabajo y adelantar el cierre de comercios y hostelería a las 21:00 horas. La Sanidad vive momentos muy complicados ya que la presión que tienen los profesionales cada vez es mayor. Además, el Gobierno de Madrid pide y exige al Gobierno central que intensifique los controles aéreos y el resto de medios de transporte. Lo que no se entiende bien es que si no sabemos dónde nos contagiamos, ¿cómo se pueden tomar medidas de cierre y confinamiento que, a lo peor, no están atacando los verdaderos o más peligrosos focos de contagio? Es tal el guirigay con diferentes toques de queda y horas de cierre de comercios y hostelería que pareciera habría que consultar un BOE para saber cuándo puedes salir a por pan sin que te caiga un multazo. Acatamos recomendaciones, pero todas estas prohibiciones son ilegales, como ya sabemos. Deberíamos ser más ajenos a las normas y más cercanos al sentido común, a la lógica. Debería ser cada ciudadano más consecuente con la situación. Por otra parte, la covid ha hecho conocer a algunos el valor de un abrazo, de un beso, de una caricia, de un apretón de manos…
La vida como un teatro
Si hablamos de distancias les recomiendo Distante, la segunda novela de Marie Modiano, también compositora, cantante e hija de Patrick Modiano, ganador del Premio Nobel de 2014. ¿Podremos alguna vez curarnos de la desaparición del primer amor, cuando la muerte llega para llevarse al amado y nos sentimos responsables? Esta es la pregunta clave de la novela. Con la palabra “distancia” la autora se refiere a esa cuarta pared teatral. Su heroína, Valentina, es actriz. En el vocabulario teatral, “lo distante” designa la parte del escenario más alejada del público, la parte de atrás del mismo, un lugar opuesto, por tanto, al que pide a los actores que se pongan en una perspectiva más visible y fácil. Una de las claves del libro: nuestra heroína encuentra en el bolsillo de su abrigo una vieja foto donde posa con una amiga, ambos mostrando su despreocupación y su felicidad. No recuerda ese momento y lucha por reconocerse en la imagen… ¿Es la vida como un teatro donde se realizan representaciones? pero, al final, ¿somos actor o personaje real? ¿logrará hacer perdurar el recuerdo de un tiempo feliz que se le escapa del cautiverio de su memoria? ¿Estará condenada a observar para siempre un mundo que conserva lejanamente, una historia que ya no estaba tan segura de haber vivido?