Marc Ros, componente de Sidonie, confiesa que le encanta escribir porque le encanta leer. Algo imaginábamos porque Marc suele contar historias. Cantadas y escritas. Para Sidonie ha escrito más de cien canciones, pero también en prensa sobre músicos como Syd Barrett o David Bowie. La guinda del pastel la puso recientemente publicando El regreso de Abba (Suma de letras Editorial), su debut literario. Libro que marida como los buenos vinos con un vinilo (¡qué antiguo suena hoy la palabra vinilo!) que contiene las melodías que suenan en cada una de sus páginas “a lugares a los no llega la tinta”. Y todo porque se le fue de las manos una canción… Son dos obras independientes, pero complementarias. Vamos, como aquella frase de Amanece que no es poco, “todos somos contingentes, pero tú eres necesario”, y es que “para eso se inventó la música, para descubrir los países de lo no dicho, lo no escrito y lo no pensado”. La novela está ambientada en la Costa Brava así que añadimos otro placer, leer con el murmullo de las olas de fondo. Ros nos da el pie para que profundicemos en la relación tormentosa amor-odio entre Cadaqués y Sidonie, “Cadaqués ha marcado la historia del grupo”. Lo demás ya es historia. Vila-Matas ha apadrinado a Ros, y eso son palabras mayores: “Es literatura en expansión, un libro con el que la poética del grupo se ensancha”. Es también un canto a la amistad. Y un retrato de la generación millennials, a la que pertenecen sus dos protagonistas, Abba y Hugo: “La más apática, haragana, individualista, adormecida e idiota de todas”, ¡ojo, que lo dice Hugo! El regreso de Abba contiene también su propia BSO: L’amitié de Françoise Hardy, Se Telefonando, de Mina, After The Gold Rush, de Neil Young, Alabama Song, de The Doors, Jolene, de Dolly Parton o Whats Going On, de Marvin Gaye, entre otras, y guiños literarios y fílmicos con esencias de Nouvelle vague como Érase una vez en…Hollywood, de Tarantino, Doce hombres sin piedad, de Reginald Rose, Matrix, de las hermanas Wachowski, o Banda aparte, de Godard y su adorada Françoise Hardy. Seguro que ya tiene ganas de hincarle el diente mientras escuchan Me llamo abba. La vena elegantona, afrancesada y del mejor dandy le sale continuamente. Adalid del savoir faire también recomienda en Instagram Anatomía de un dandy, de Charlie Arnaiz y Alberto Ortega, “documental imprescindible para conocer mejor al dandy friolero” y Mortal y rosa, de Umbral, mientras toma un café en taza del Café Gijón. ¡El café así sabe de otra forma! ¡Ambrosia!
Vanesa Lorenzo, preocupada por la educación de los niños
Si usted es de los que sigue padeciendo los terrores del teletrabajo con sus niños pululando alrededor. Continua sufriendo tensas conexiones con su jefe, a través de Zoom, interrumpidas por uno de sus hijos que llega alborozado para mostrarle lo bien que le han salido la “a” y la “u” en sus deberes de caligrafía. Y, para colmo, le entra urticaria cada vez que intenta que la noche sea sólo para usted e intenta acostar a los niños, pero ninguno de ellos despega los ojos de la pantalla del móvil o del juego de la Tablet. Tranquilo, no sufra más en silencio. No está solo. Únase a nuestras top models más internacionales que publican libros en su cuenta de Instagram sobre el nuevo quebradero de cabeza de los padres: la tecnología y los pequeños de la casa. La mal utilizada tecnología, aclaremos. Si hace unos días Inés Sastre nos recomendaba Recetas casi invencibles para hablar con su adolescente, cuando levanta la vista de su pantalla, de Angelique Motte y Claire Raimbeaud, ahora llega Vanesa Lorenzo que, subliminalmente, pregunta a sus seguidores: “¿Conocéis este libro?”, acompañado del hashtag #lospeligrosdelaspantallasparanuestroshijos. Se refiere a La fabrique du crétin digital (La fábrica de crétinos digitales), Ed. Península. Ojo que el tema no es baladí, tengan en cuenta que el marido de Vanesa es Carles Puyol, todo un titán exFCBarcelona y uno de mis ídolos desde que mostrara su personalidad riñendo a Alves y a Thiago cuando celebraron un gol bailando tras marcar el 0-5 al Rayo Vallecano. Lógicamente, este bailecito irritó mucho al capitán. Puyol corrió a reprender a sus dos compañeros y se acabó el baile. Comprobar, entonces, que Vanesa echa mano de profesionales nos deja claro que este asunto de la educación se nos está yendo de las manos… No teman, hay herramientas para poner soluciones como este libro La fabrique du crétin digital, del doctor en neurociencia Michel Desmurget. El autor aborda las diferentes teorías que abundan sobre los beneficios de la revolución digital concluyendo sobre los efectos nocivos de las nuevas tecnologías en la atención y el éxito académico. Contrariamente a la creencia popular, el abuso de las pantallas está lejos de mejorar las habilidades de nuestros hijos. Al contrario, tiene consecuencias: sobre la salud (obesidad, desarrollo cardiovascular, etc.), sobre el comportamiento (agresividad, depresión, conductas de riesgo, etc.) y sobre las capacidades intelectuales (lenguaje, concentración, memorización…) Este libro no trata de imponer o prohibir, es sólo cuestión de informar.
He aquí algunos recomendaciones con las que ya puede comenzar a ensayar:
-Nada de pantalla por la mañana antes de ir a colegio
-Una hora al día máximo después de los 6 años y dependiendo de los contenidos
-Sin pantallas en su habitación
-Sin pantallas por la noche antes de dormir
-Indicar al niño que lleven a cabo una cosa, no dos ni tres a la vez: nuestros cerebros están hechos para hacer una cosa bien con atención,…
Ahora que lo pienso, estas recomendaciones nos la deberíamos aplicar más de uno…
Josie redescubre quiénes somos y qué nos une a Los Europeos
Como saben, Josie es estilista, experto en moda, colaborador en programas como Zapeando y, desde hace poco, un manitas en la cocina desde su participación de Masterchef Celebrity 5. Pero, además, es una persona culta y gran lector. Sin ir más lejos, cuando le preguntas por su casa la define con el título de un libro, “mi casa es un auténtico gabinete de curiosidades como el libro de Taschen, Cabinet of Curiosities, de Massimo Listri”. Suele acompañarse de libros en sus desplazamientos y en sus descansos o mientras repone energías en bares ilustres como Richelieu, de Madrid, el legendario centro neurálgico del ligue, la farándula y la política. Cuando le preguntas por una recomendación librera, no lo duda. Atentos a la respuesta, que contiene sorpresa al final: “Si me llegas a preguntar hace quince días, te hubiera dicho que el mejor libro que había leído últimamente era Los Europeos de Orlando Figes. No hay mejor plan raséeeeeee en la mejor Europa a través de esta joya de libro… Aquí están las claves para redescubrir quiénes somos, qué nos une y dónde reside la riqueza espiritual de nuestros pueblos; esos que compartieron un canon cultural común que ojalá podamos recuperar para un futuro mejor, pero Ignacio Peyró (Aquí puedes leer la entrevista que le hizo Esperanza Ruiz para Leer por leer) me ha hecho dudar con su última súper entrega, Ya sentarás cabeza”
Los europeos narra el mundo de la Europa de mediados del siglo XIX, la historia de una sociedad en transición de la tradición a la modernidad. En la introducción, Figes llama a su proyecto “una exploración de la era del ferrocarril como el primer período de globalización cultural. Los ferrocarriles permitieron a las personas de toda Europa verse a sí mismas como ‘europeos’ de una manera que no lo habían hecho antes”. Una historia que “mira a Europa como un todo, no dividida en estados-nación o zonas geográficas”, y considera “las artes como fuerza unificadora entre naciones”. Figes es impresionantemente minucioso cuando se trata de catalogar los muchos logros notables de la era del ferrocarril, centrado en la cosmopolita París: la aparición de la fotografía, (el retrato, concretamente); la pintura al aire libre; el Impresionismo; la novela realista; el roman feuilleton serializado, adecuado para leer en viajes en tren; la gran ópera, “toda una revolución en el escenario” y la revolución que supuso Gesamtkunstwerk, el concepto atribuido a Richard Wagner para referirse a la obra artística que integraba las 6 artes: la música, la danza, la poesía, la pintura, la escultura y la arquitectura.
Afortunadamente, siempre nos quedará un buen libro y un buen copazo en el Richelieu.
Lulu Figueroa se inspira en las emociones entre pérdidas y esperanzas
Lulu Figueroa-Domecq es una de las influencers más conocidas actualmente. Influencer aristocrática. Pero lo más importante y atractivo de su biografía, hasta ahora, es que es la nieta de Aline Griffith, la fallecida Condesa de Romanones, espía de la antigua CIA y periodista. La condesa antes de ser espía y casarse con Luis Figueroa y Pérez de Guzmán (Conde de Romanones), trabajó como modelo en Estados Unidos y Europa para grandes firmas. La aristócrata estadounidense también dedicó parte de su vida a escribir, aunque no fue hasta 1987 cuando alcanzó la fama como novelista con La espía vestía de rojo: “La recuerdo siempre escribiendo en su ordenador, escribía prácticamente a diario, y dando largos paseos”, suele contar Lulu. En la vida de Lulu Figueroa, la moda y el arte se complementan, “siempre quise pintar”, y así lo hace a diario. Su fuente de inspiración es la naturaleza escuchando a clásicos del Barroco, pero también a The Strokes o Pearl Jam. Entre cambio de indumentaria y pose ante el fotógrafo le queda tiempo para promocionar también libros como Antes de que se enfríe el café, Toshikazu Kawaguchi. Ya les anticipo que es un ejemplar muy agradable, una lectura de consuelo perfecta en un momento tan estresante psicológicamente como el que vivimos.
Kawaguchi invita al lector a preguntarse: ¿qué cambiaría si pudiera viajar en el tiempo? Les resumo. “En un pequeño callejón de Tokio, hay una cafetería que lleva más de cien años sirviendo café cuidadosamente elaborado. La leyenda local dice que esta tienda ofrece algo más además del café: la oportunidad de viajar en el tiempo. La historia gira alrededor de las relaciones y las elecciones de vida de cuatro clientes del café. Cada uno desea retroceder en el tiempo por varias razones, entre ellas, reunirse una vez más con un ser querido para decir palabras que no se dijeron en ese momento, para consolar o tranquilizar, o incluso para decir adiós. El autor plantea unas reglas para lograr esto: sólo puede hacer esto una vez; no puedes cambiar el presente y, la más importante, debes regresar al presente antes de que tu café se enfríe. Una lectura cordial sobre el amor, el tiempo perdido y las oportunidades que están por llegar.
Ana Botín y la resiliencia en tiempos de crisis
Ana Botín presidenta del Banco de Santander decidió abrirse una cuenta en Instagram hace casi dos años. La banquera la mantiene muy activa y no sólo muestra su actividad profesional, sino que también comparte momentos de su vida familiar así como sus gustos musicales o literarios. Por Ana Botín, nacida para triunfar. La reina de la banca (La esfera de los libros), una biografía no autorizada (“no hubo manera de hablar con ella”) escrita por la periodista Ana Samboal, sabemos que “gracias a la gran exigencia continua de su padre, es hoy quien es. Una persona muy cercana a ella dice que Ana nadaba entre tiburones. Y su padre lo sabía y exigía a los demás que fueran muy duros con ella”. Tal vez este título que recomienda a través de Instagram es muy ad hoc y nada baladí, Lecciones de una zona de guerra, de Louai Al Roumani. La propia Botín nos explica las razones para leer este libro: “La pandemia nos ha descolocado por completo. Más allá de las muertes que ha provocado y de los puestos de trabajo que ha destruido, ha generado una gran incertidumbre. Mientras no haya una vacuna, no queda otra que aprender a convivir con el virus. He estado leyendo un libro muy inspirador de Louai Al Roumani, director financiero del Banco privado más grande de Siria cuando estalló la guerra en 2011. Lecciones de una zona de guerra habla de resiliencia. La historia de su banco demuestra que las empresas pueden salir reforzadas de una crisis si se centran en las oportunidades a largo plazo, por muy difícil que se pongan las cosas a corto. Louai nos ayuda a poner en perspectiva nuestros problemas de hoy. Nos enseña lo importante que es ser capaces de ver más allá y de no dejarnos llevar por el pesimismo, sin subestimar la adversidad. Como he dicho alguna vez, para mí eso significa ser una persona optimista, que se preocupa mucho”.
Efectivamente, son tiempos de zozobra y miles de preguntas se agolpan en nuestra mente. Tras la lectura de Lecciones de una zona de guerra nos surgen una serie de preguntas ¿Cómo están manejando los líderes empresariales la crisis del coronavirus? ¿Han tratado con cuidado a los clientes o han atajado despidiendo rápidamente a sus trabajadores? ¿O siguen echando mano a los recortes como errónea solución y a cambios que no tienen sentido a largo plazo para la empresa? Esta lectura es una combinación de memorias y búsqueda de respuestas de un libro de negocios mientras sucedía la guerra de Siria. Louai Al Roumani lo terminó de escribir meses antes de que alguien hubiera oído hablar de covid-19. El objetivo: asimilar una serie de lecciones de liderazgo resiliente en tiempos turbulentos. Ya saben, que no nos falte una buena recomendación basada en la resiliencia en estos tiempos. Y demuestra que la inspiración puede provenir de los lugares más inverosímiles, desde la sabiduría eterna de los comerciantes en los antiguos zocos hasta los más altos controles militares.