Ya sabemos que con la canícula la actualidad trepidante se desmorona a velocidades galácticas. No te digo nada si se te ocurre ir dando clases magistrales sobre tal o cual libro como un influencer cualquiera. Sólo hay que echar un vistazo al ¡Hola! bibliotecario en que se están convirtiendo las redes sociales para comprobar como quien más quien menos está completamente out olímpicamente y ha huido de toda presencia física con forma de libro. ¿Todos? No. Sin que sirva de precedente, nuestros actores están dando una muestra de amor bibliófilo. ¡Los únicos que están dejando el panorama libreril patrio alto! A ver si cunde el ejemplo…
Pero estamos a lo que estamos, como dice José Antonio Camacho. Camacho al fútbol. Y nosotros a las lecturas, que nos dan la vida. Porque si habéis leído El gran Gatsby recordaréis que “con la luz del sol y la explosión espléndida de las hojas que crecían en los árboles como crecen las cosas en las películas a cámara rápida, tuve la certeza bien conocida de que la vida vuelve a empezar con el verano”.
Ana Belén entre intrigas palaciegas
Ana Belén se encuentra enfrascada en pleno dramón con Antonio y Cleopatra, de Shakespeare. Léanlo. Un must, qué les voy a contar de Shakespeare. La obra levantó el telón ¡por fin! a inicios de este verano, tras el cierre pandémico, del Festival de Almagro interpretada por Ana Belén y Lluis Homar, dirigida por José Carlos Plaza y adaptada por Vicente Molina Foix. La intérprete de La Puerta de Alcalá ya la anuncia para septiembre en Madrid, de la mano de la Compañía de Teatro Clásico y en el Teatro de la Comedia. La artista, que sigue como el primer día, con un nivel de exigencia y entrega admirables, decía a Antonio Arco: “Tengo muy presente que no hay cosa peor que encerrarte en casa a pensar que lo tienes todo ya hecho o conseguido, o que has llegado donde pretendías llegar. Yo no he llegado a ningún sitio, sigo estando ahí, en el camino”.
¡Ay, el amor en Antonio y Cleopatra! Una gran historia de amor y de pasión que no deja de lado la política, una relación llena de intrigas palaciegas, luchas de poder y tragedia. Precisamente, Ana Belén declaraba recientemente: “Muchos creadores se están autocensurando. El mundo en general, no sólo España, se ha vuelto bastante reaccionario. Y quienes han manejado los hilos desde hace tiempo, para ir consiguiéndolo, lo han hecho bien. Nos quieren en silencio y les interesa que seamos, de alguna manera, analfabetos de pensamiento. Está claro que en el momento en el que dejamos de tener un pensamiento crítico, pues ya está; la gente que plantea preguntas resulta incómoda. Eso es lo que están consiguiendo, sí, sí, que no hagamos preguntas incómodas, que estemos calladitos, que no queramos saber”. Si ya lo decían los clásicos…
Maribel Verdú sólo sonríe
Maribel Verdú confiesa: “Yo sólo sonrío. Lo hago todo el tiempo. Así me defiendo”. Esta afirmación la ha tomado de La gente no existe, de Laura Ferrero. “Devoré sus dos anteriores novelas. Y lo que me ha dado con estas historias ahora es más que un pellizco en el alma y el estómago. Son relatos que se quedarán en mi memoria. Y de los que he aprendido tanto…. Gracias por tu talento Laura Ferrero”. Y como gran lectora que es recomienda, también, el exitazo de Nina Bouraoui, Rehenes: “Mi libro del año. Una joya. Monólogo ya inolvidable y necesario. Un manifiesto social”.
Es tal la fuerza de Maribel recomendando libros que un lector le responde: “Muchas gracias por tus recomendaciones. Cuando tengo que leer acudo a tu lista y he leído muchos que me han dejado huella y que sin ti no los hubiera podido disfrutar. Muchas gracias, de verdad”. Así que, ni suplementos culturales, ni Ferias del Libro ni podcasts… Maribel Verdú guía a nuestros lectores que no sabrían qué leer sin ella. Pues bienvenidas sean sus recomendaciones…
Instrucciones para leer una novela
El director de cine y presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Mariano Barroso, ha llenado sus momentos de evasión y escape de la frenética rutina leyendo también a Laura Ferrero, pero con otro título distinto a Maribel Verdú: Qué vas a hacer con el resto de tu vida. Y como director de cine que es nos da unas instrucciones para leerla. ¡Qué presión!
“Instrucciones para leer esta novela:
– Alinear a pulso el mar de la portada con el real (puede llevar un rato).
– Hacerte la pregunta del título, pero al borde del mar (le quita presión).
– Sentarte mirando en dirección a Ibiza, en donde transcurre la acción.
– Darle las gracias a Laura Ferrero por haberla escrito”
¡Espero que también sirvan estas instrucciones si estoy mirando el Mediterráneo!
Hablemos de Sam Shepard
El actor Tristán Ulloa postea en Instagram un diálogo de True West: LEE: That stuff yer doin’. That art. You know. Whatever you call it.
AUSTIN: It’s just a little research.
Sam Shepard A Life y Sam Shepard Seven Plays lucen en el escritorio del intérprete. Toda una buenísima elección como base documental para un próximo trabajo que veremos ¿sobre las tablas, tal vez? Shepard escribe magníficamente para actores así que Ulloa debe estar pletórico. Siempre es una magnífica noticia que estén en marcha nuevos estrenos teatrales. Y con Sam Shepard, ese hombre… “Sam Shepard era uno de esos hombres que molan. Como John Cassavetes y Gena Rowlands, como Paul Newman a los 40, como Cecil Beaton y Greta Garbo paseando por las calles de Nueva York”, como dice Rosa Belmonte. Y, además, citarle es la excusa perfecta para verle en las portadas que nos ha dejado Ulloa.
La pícara en el Siglo de Oro
Aitana Sánchez Gijón prepara también su vuelta a los escenarios acompañada de Marta Poveda: “Con mi amiga y compañera Marta Poveda nos embarcamos, de la mano de la compañía Ay Teatro, en Malvivir que estrenaremos el 5 de Noviembre en Valladolid y que nos llevará por todo el país durante la temporada 2021/2022”. Suena muy bien, a priori.
Malvivir pone en escena a un personaje tan intrigante como contradictorio, tan arrebatador como misterioso: el de la pícara. Mucho más desconocida que su correlato masculino (célebre por obras maestras como Lazarillo de Tormes, El buscón o Guzmán de Alfarache), el género picaresco femenino nos permite asomarnos de forma directa a uno de los territorios más singulares de la cultura áurea. El texto que ya estudian Aitana y Marta está basado en las novelas de pícaras del Siglo de Oro: La hija de Celestina, de Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo; La niña de los embustes, de Alonso de Castillo Solórzano; La pícara Justina, de Francisco López de Úbeda y Tres letrillas y un romance, de Francisco de Quevedo.
Pero estos no son los únicos textos a los que nos invita la intérprete de trabajos como Volaverunt, entre otros: Casas Vacías, de Brenda Navarro, “impactante y perturbadora. Novela de las que dejan huella” y Claus y Lucas, de Agota Kristof. “Extraordinario”, según Aitana y ya os digo yo que estremecedor. Aitana agradece la recomendación a Víctor Sánchez Rodríguez, director de escena, dramaturgo y guionista. Y Maribel Verdú aparece también en escena porque para eso estamos entre actores y es fantástico que aparezcan entre bambalinas haciendo un cameo Instagramero, “amo esta historia y la manera en que está contada”.
Javier Ambrossi abre debate sobre el asunto de leer
Javier Ambrossi está leyendo El reino, del premio Princesa de Asturias de las Letras Emmanuel Carrère (lee aquí la semblanza completa de Jesús Beades sobre Carrère). Ojo, que la crítica francesa la calificó como su obra más redonda. Pero lo que, en realidad, ha quedado en la retina de mucha gente, tras verlo rodar tanto en las redes sociales, es este post que se convirtió en viral: “¿Sabes por qué no suele haber polémicas sobre libros? Porque habría que leérselos. Las polémicas surgen sobre titulares, sobre extractos sin contexto de un vídeo, sobre un gráfico que resume unos datos y que nadie sabe quién hizo, sobre algo que alguien dijo que nos han contado, quizá sobre una frase mal dicha en la tele por alguien en algún momento. Pero sobre los temas importantes de la vida no hay polémicas. Porque requieren debates. Y los debates necesitan conocimientos. Y los conocimientos profundidad. Y la profundidad tiempo. Las cosas importantes de la vida no pueden reducirse a polos opuestos. Por eso de lo humano es casi imposible hablar en redes sociales. Para eso están los libros. Que dan paz, mesura y verdadero conocimiento”. Con Carrère entre sus manos, explica, “mucha gente me pregunta que cómo me da tiempo a leer. Es fácil. Un día decidí utilizar todo el tiempo que usaba en hablar y opinar de los demás para aprender yo”.
Es evidente, sin tiempo no hay reflexión. Si usted no sabe exactamente quién es Javier Ambrossi y está out como Nadia Calviño, en el Congreso de los Diputados, cuando Pablo Iglesias mencionó a Paca La Piraña dirigiéndose a Espinosa de los Monteros: “¿Paca quién?” (preguntaba a Iglesias inclinándose hacia él), acuérdese de lo que nos aconseja Ambrossi: sin tiempo no hay reflexión para leer libros, ver series, escuchar música, pasear admirando la Naturaleza… Si algo hemos aprendido de todos estos meses pandémicos es que este puede ser el verano para la esperanza y para pensar en nosotros por una vez, relajarnos o desconectar de malas noticias (¡si nos dejan!). Porque ya nos lo anticipó Camus: “En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible».
Yo, mientras, sigo releyendo Rabos de lagartija “que es tan maravillosa que estoy pensando en hacerme un bolso con ella”, siguiendo el consejo de Eduardo Mendicutti.