Loquillo por un instante…
Loquillo siempre ha cruzado los límites (si es que los hay) entre literatura y rock. “¿Qué diferencia hay entre una letra de Lou Reed hablando de la wild side y un poema de Jaime Gil de Biedma hablando de la Rambla de los 60?” De su pluma salió una particular trilogía vital: Chanel, cocaína y Dom Perignon, para luego novelar sus memorias, primero con Barcelona ciudad, y a continuación En las calles de Madrid. Su nombre era el de todas las mujeres contenía diez temas sacados de la poesía de Luis Alberto de Cuenca. Con De Cuenca le une “el sentido del humor” y el amor por el cómic, el rock y la poesía. La canción Political Incorrectness era el título de uno de los poemas del exdirector de la Biblioteca Nacional de España. Y, hasta el escritor Carlos Zanón compuso una canción para él. El cantante siempre ha reconocido que leer le ayuda a concentrarse y a mantener la energía para afrontar un concierto, una gira. Hace unos días nos mostraba Balmoral. Loquillo, por un instante, la eternidad, de Javier Escorzo: “Ya tengo “Balmoral”, escribía en Instagram. En este libro se repasa su travesía para alcanzar su gran obra: Balmoral (2008), un camino de aprendizaje y defensa de su libertad que volvió a situarlo en las puertas del éxito del que disfruta en la actualidad. Javier Escorzo ha contado con los testimonios de Loquillo, Gabriel Sopeña, Igor Paskual, Jaime Stinus, Sabino Méndez, Jaime Urrutia…
Pero aquí no acaban las lecturas, de esta semana, del intérprete de trabajos como Feo, Fuerte y Formal. Como mejores compañeros de viaje lleva El síndrome Woody Allen, de Edu Galán y Orígenes de la música jazz en San Sebastián (1919-1936), de Patricio Goialde Palacios. Loquillo tiene claro que “en la peor situación y en el peor momento para la industria como es ahora, la poesía era la respuesta”. Y coincidimos todos con él en que, “la cultura ha sido la gasolina del confinamiento, y la música, su banda sonora”.
A vueltas con Woody Allen
El síndrome Woody Allen es un ensayo sobre “el caso del cineasta y Mia Farrow y sus similitudes con la sociedad actual. En 2017 Woody Allen fue declarado culpable por una parte de la opinión pública. Con el auge del movimiento Me Too, el testimonio de su hija Dylan sobre los supuestos abusos sexuales que sufrió por parte de su padre hizo revivir con virulencia la antigua acusación de su madre, ¿Por qué, después de más de veinte años con el caso cerrado, el debate sobre la monstruosidad de Woody Allen se ha recrudecido?” Léanlo…
Un ensayo que se ha convertido en bestseller
La recién galardonada con el premio Nacional de Ensayo 2020 por El infinito en un junco, Irene Vallejo, relee estos días Las Meditaciones, Marco Aurelio. Algunos creerán que este desgraciado Covid es la primera pandemia de la Humanidad. La primera peste registrada en el mundo fue la “Antonina”, en el año 165 de nuestra era, durante el Imperio Romano y bajo el mandato de Marco Aurelio. Marco Aurelio es el último filósofo estoico. Y terminó, unos años más tarde, siendo una de las víctimas de la letal plaga. En plena tragedia, Marco Aurelio escribió Las Meditaciones. En la obra recogió los consejos morales y psicológicos que se dio a sí mismo en ese momento. Porque una cosa sí tiene que tener claro, estimado lector, la pandemia no estará bajo nuestro control, pero la forma en que nos comportamos en respuesta a ella sí. Marco Aurelio aplicaba la filosofía estoica a la hora de lidiar con el dolor, la enfermedad, la ansiedad y la pérdida. El filósofo se preguntaba: “¿Qué virtud me ha dado la naturaleza para afrontar esta situación?” para continuar con: “¿Cómo afrontan otras personas desafíos similares?” Los estoicos reflexionan sobre las fortalezas del carácter como la sabiduría, la paciencia y la autodisciplina que, se supone, los hacen más resistentes frente a la adversidad. En definitiva, trataba de explicar que se debería aceptar tanto la enfermedad como la muerte como algo inevitable, como parte de la naturaleza y de la suerte de la humanidad. “Todo lo que sucede, incluso la enfermedad y la muerte, deberían ser tan familiares como la rosa en primavera y la fruta en otoño”. Sabiduría clásica para tiempos inciertos.
Y un premio de novela emocionante
A la espera de que se estrene Ana Tramel. El juego, una de las apuestas de TVE para esta temporada, thriller judicial sobre el mundo del juego protagonizado por Maribel Verdú, la actriz se deja llevar al placer de la lectura con West End, de José Morella: “No es sólo la historia de su abuelo, es todo lo demás lo que me engancha; su sencillez y su verdad. Sin filtros y con rotundidad. Ha sido un viaje alucinante”. West End es Premio de Novela Café Gijón 2019. Un texto “emocionante”, según el jurado, “en el que el autor, entremezcla personajes reales y ficticios, alzando la voz contra la discriminación que sufren las personas que padecen problemas de salud mental”. Plasma la necesidad y el deseo del autor por descubrir el misterio que siempre ha rodeado la figura de su abuelo “loco”, un recorrido por la posguerra, la emigración de andaluces a Ibiza y la transformación que la isla sufrió bajo la explotación del turismo. Su abuelo materno Nicomedes Miranda, originario de un pueblo de Córdoba, víctima de los abusos, la negligencia médica y la estigmatización.
Maribel Verdú también es fan absoluta de Rosa Montero de la que nos dice: “Es muy grande. Y ahora, además de su talento, nos regala un atisbo de esperanza para estos tiempos de zozobra….
Corred a comprar su última novela. Apasionante es poco”. Se refiere a La buena suerte. Un thriller psicológico. “Porque después de cada derrota puede haber un nuevo comienzo, y porque la suerte sólo es buena si decidimos que lo sea. La novela nos traslada la tentación de cualquier ciudadano de cambiar de vida, de alcanzar los sueños sentidos a lo largo de su vida. Es una historia de amor tierno y febril entre Raluca y el protagonista, pero también de amor por la vida”. En la presentación de la novela Rosa Montero también nos decía que los humanos somos sujetos del azar, no controlamos nada, pero sí cómo respondemos a lo que nos sucede. La autora cree que las personas, al final, se dividen “en buena y mala gente”. Y que la buena suerte hay que buscársela: “La conquistas si tú quieres porque no controlamos absolutamente nada de nuestras vidas, pero sí controlamos la manera en la que respondemos a lo que nos sucede”. Por cierto, todos los sucesos policiales que se narran en el libro son auténticos.
Reinas de la historia
La actriz Aitana Sánchez Gijón está entusiasmada con Stefan Zweig y su libro sobre María Antonieta. La mítica biografía que Zweig dedicó a la esposa de Luis XVI. Aitana compaginó sus trabajos en el cine con sus estudios de Filología Hispánica. La literatura ha estado permanentemente en su vida desde que nació. Desde hace años, la leyenda era que la actriz es ahijada de Rafael Alberti, y no. Su madrina es Aitana Alberti, a la que Rafael Alberti escribió un poema, pero a Aitana le dedicó otro cuando cumplió un año. “Es un cuadro, dibujado por él”. Vivía en Roma, donde se conocieron sus padres, compañeros en el exilio del escritor. Aitana nos destaca la otra faceta de la lectura que, inexplicablemente, algunos olvidan: el placer de releer. Cien años de soledad fue una de sus lecturas de juventud y uno de los pocos libros que ha releído en su vida. La historia de María Antonieta es conocida por todos. A los doce años fue prometida por su madre al heredero de la corona de Francia, con quien se casó sin conocerlo a los catorce años. Cuatro años después se convirtió en la reina de Francia más acusada, y posteriormente más defendida de la historia. “Sus acusadores le asignaron todos los vicios posibles, y sus defensores en la posteridad la catalogaron como la reina mártir”. No dejen de leerla. Aunque conocida la historia, María Antonieta es una novela magnética, un thriller donde se entrecruzan los personajes que marcaron la historia de Francia en el siglo XIX: Mirabeau, La Fayette, Bailly, Hébert, Napoleón Bonaparte, Robespierre… Una obra imprescindible para comprender el alma humana.
Por cierto, la siguiente biografía de Zweig, María Estuardo, otra decapitada, no es menos fascinante, y sigue asombrando por su capacidad para sumergirse en el alma femenina.
Y una influencer
Lulú Figueroa-Domecq es una de las influencers más conocidas actualmente. Pero lo más importante y atractivo de su biografía es que es la nieta de Aline Griffith, la fallecida Condesa de Romanones, espía de la antigua CIA y periodista. Entre cambio de indumentaria y pose ante el fotógrafo le queda tiempo para promocionar también un libro. Y no cualquier libro: El niño, el topo, el zorro y el caballo, de Charlie Mackesy. Elegido libro del año por las librerías Waterstones de Reino Unido y Barnes & Noble de Estados Unidos. Bestseller según The Sunday Times, The New York Times y The Wall Street Journal y el ‘libro mejor valorado del año’ por USA Today. Mackesy, que hasta ahora era conocido por su trabajo como viñetista en prensa e ilustrador de libros, de repente saltó a la fama tras una conversación sobre el valor con un amigo y la posterior ilustración que representó aquella charla. La subió a su cuenta de Instagram: un caballo con un mensaje definitivo: ayuda. Muchos se vieron identificados. Y el número de seguidores y de likes subieron como la espuma. El libro es un bálsamo para el alma en estos tiempos inciertos. El argumento: la historia de un niño perdido y las conversiones que mantiene con los tres animales sobre el amor, la amistad, la aceptación y la valentía. Y, sobre todo, la importancia de trasladar al lector que hay que pedir ayuda cuando se necesite. Sin sentirse avergonzado. Sin complejos. Mackesy combina la narrativa escrita a mano con docenas de dibujos. Otra mirada atractiva del libro es que no es necesario leerlo en orden cronológico, sólo sumergirse de forma aleatoria, por la página que desee. Por cierto, es un libro para niños y también para adultos. Un precioso regalo para esta Navidad.