A nuestra clase política le ha llegado esta convocatoria electoral madrileña entre olas pandémicas. No será que no nos lo avisa la más grande como buena adivina y mejor artista que era  “como una olaaa”. Que estaba uno hace dos meses con el último polvorón en la boca y llegó una ola…Que estamos merendando la última torrija y, venga, otra ola… ¡hombre, ya está bien con las marejadas…!   Si a usted como a mí, y como a todo quisque que se precie, esta pandemia no nos deja otra opción que ser turista en nuestra propia ciudad, cálcense unos zapatos cómodos y su mascarilla que vamos a recorrer Madrid de la mano de Inés Sastre. Inés acaba de regresar a España. Tras 30 años residiendo en París se acaba de instalar en Madrid y no hay quien la pare. Y es que el regreso lo está disfrutando todo lo máximo que esta pandemia y sus limitaciones sanitarias nos está dejando. Desde las visitas a nuestro patrimonio como la iglesia de Santa Bárbara acompañada de amigos como Beatrice de Orleans; al Teatro Real con Norma de Bellini; museos como el Jardín Botánico; degustar nuestra gastronomía en Casa Botín o el deporte en el club de golf de La Moraleja, lugares que ya se ha convertido en  imprescindibles. Y luego toca disfrutar en casa, en su nuevo hogar ya está repleta de libros su amplia librería en la que seguro no falta El amor dura tres años, de Frédéric Beigbeder, autor con el que acaba de subir una imagen a Instagram en la entrega del premio de periodismo literario Hennessy. ¿Qué no están de acuerdo con lo de la duración de tres años? Pues ni les cuento cómo ha sido este año pandémico, el más difícil para dar rienda suelta al amor. Pasiones bajitas. Aquí lo explica Beigbeder: “Un mosquito vive un día; un gato, trece años. El amor, tres. Primero hay un año de pasión, luego un año de ternura y, finalmente, un año de aburrimiento. El primer año, uno dice: ‘Si me abandonas, me mato’. El segundo: ‘Si me abandonas, lo pasaré muy mal pero lo superaré’. El tercero: ‘Si me abandonas, invito al champán’”. Algunos amores deberían ser la historia de un fin de semana. Miren a Pla, pasó con Lilian Hirsch, en el verano de 1932, unos días. Ocho. Ay, y esa delgada línea entre lealtad y fidelidad. Acabo coincidiendo con Màxim Huerta, “nunca vuelve quien se fue, aunque regrese” y no, no se refiere a su brevísima tarea ministerial.

 

Pero este idilio de Inés con los libros no acaba aquí. Unos días después se mostraba arrebatada al tener ya en sus manos un ejemplar que llevaba tiempo buscando insistentemente: Ética protestante y el espíritu del capitalismo, de Max Weber. Una librería estupenda como Marcial Pons obró el milagro e Inés ya puede adentrarse en el pensamiento socioeconómico de la mano de uno de los más estudiados.

Alfred Hitchcock, el enemigo de las rubias

La actriz Marta Hazas subía entusiasmada foto a Instagram con el nuevo libro del ilustrador Abe The Ape, Alfred Hitchcock, el enemigo de las rubias: “Con el Bodegón de bloguerita con libro + making off para agradecer a mi enemigo favorito del postureo sin glamour y artista Abe The Ape que me haya enviado su libro y otro para mi madre. Ambas muy fans de su imperio plateril.Me encantaaaaa!!! Mil gracias!!! Cuando todo es bien pues se dice y punto”. A Marta podemos verla actualmente descubriendo sitios insólitos y peculiares de nuestra geografía en Rutas Bizarras, en La 2 de TVE: “No ha sido nada fácil hacer un programa de viajes en plena pandemia y hemos conseguido reír, pasarlo muy bien, y olvidar por un rato lo que estaba pasando”.

 

Ni que decir tiene que el libro está siendo un éxito ente los famosos e influencers instagramers y que a todos les ha llegado regalado a casa. Ahora, Abe The Ape, toca venderlo. El libro es un encanto y no me extraña lo entusiasmado que está el autor: “Mi primer libro. Escrito e ilustrado por aquí el menda lerenda que ahonda en la figura de Alfred Hitchcock. 216 páginas que me llenan de orgullo”. Son las palabras de Abraham Menéndez, nombre real de Abe the Ape. Desde luego, Hitchcock elegía bien a sus protagonistas, a ser posible rubias, sofisticadas y distantes. Todo un homenaje bajo el prisma del humor de Menéndez, que considera al director inglés un «verdadero Dios», capaz de sublimar títulos como La ventana indiscreta o Con la muerte en las talones la elegancia y la prosperidad de la América de posguerra. Disfruten a Norman Rockwell, Disney, los editoriales de moda de Harper’s Bazaar y de Vogue y “todos los talentos de la fotografía que pasaron por las revistas Condé Nast, los más creativos a la hora de mostrar aquella elegancia”. De los 53 filmes del fetichista realizador, se detiene en una veintena, entre ellos, 39 escalones, Rebeca, Sospecha, Crimen Perfecto y, sobre todo, las preferidas de Menéndez: Vértigo y Encadenados, “mi favorita, sin duda, por su trama, por la química entre Cary Grant e Ingrid Bergman”, comentó  el autor en la presentación del libro para los medios.

 

Olvídese, nadie es normal

“¡La segunda alegría que me da Jordi Sánchez en unos días! La primera su recuperación, y ahora recibir su libro. Jordi ha escrito libros, series, obras de teatro… es un tipo muy talentoso y además de ser un gran actor, tiene un olfato excepcional para descubrir la comedia en lo que le rodea. Voy a disfrutar de este libro como le prometí, tumbadito en una hamaca a la sombra (o al sol, según el día”. Estas emotivas y cariñosas palabras son de Santiago Segura y se las dedica al actor Jordi Sánchez, reconocidísimo por su papel de Antonio Recio en La que se avecina. Después de casi tres décadas subido a los escenarios, escribir una decena de obras de teatro, participar en una treintena de películas y otras tantas series, Sánchez presenta ahora Nadie es normal, su segundo libro de relatos. Desde luego, la presentación ante los medios fue muy emotiva. Veinticuatro días con sus veinticuatro noches fueron los que el actor estuvo “dormido” e intubado en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de Madrid por una neumonía agravada por el coronavirus, una enfermedad que, asegura, lo ha machacado físicamente ¿Por qué ese título?: “Nos pasamos la vida intentando ser como los demás, parecernos al resto para no hacer el ridículo, para no salirnos de la norma (…) Pero nadie es igual que el vecino. Cada uno es como es y el concepto friki debería desaparecer porque todos somos un poco frikis. En mi barrio, donde todos querían ser o médicos o mecánicos, yo que quería ser actor era una rareza. A mí me llamaban ‘payasín’, con cariño, pero me lo llamaban. Todo el mundo se quiere parecer al resto para no sentirse ridículo y muchas veces la gente se cree que es un bicho raro y para nada, cada uno enfoca la vida, la sexualidad, la pareja y el trabajo como quiere y tiene todo el derecho”

 

Actores que escriben

“Lectura que me salva de la tediosa espera para entrar a grabar. Es una joya”. Sí, Pablo Rivero, una joya, pero muy dura, demoledora. Tras leer dos páginas de este libro, Pablo no necesita ya ningún método Stanislavski. El actor de Cuéntame cómo pasó está leyendo Historia de la violencia, de Édouard Louis, lectura que se convirtió en un éxito de ventas en Francia,  adaptada para el escenario y el cine y traducida por todo el mundo. Louis relata la estrangulación y la violación que sufrió en 2012. Fue en Nochebuena cuando Louis de camino a casa después de una cena de celebración conoció a Reda, un joven argelino al que finalmente invitó a su apartamento. Pasaron la noche juntos, pero alrededor de las 6 de la mañana, Reda sacó un arma, lo violó y trató de estrangularlo hasta la muerte. “Cuando empecé a escribir Historia de la violencia, me di cuenta de que no había casi ninguna literatura ni película, ni discursos sobre la violación masculina”, explicó en las entrevistas de promoción. “Me enfrenté no sólo a la dificultad de recordarlo, sino también a la dificultad para expresarlo”. Desde la violación se sintió como enfrentado a un maltrato continuo, “primero yendo a la policía, estar frente a oficiales que no te entienden. Luego, cuando lo dices públicamente, hay gente que no te cree, que se burla de ti. O hay gente que lo cree, pero dice que es por tu culpa. Antes de esto, había oído a muchas mujeres hablar sobre el hecho de contar qué te ha pasado y que no se te crea. Me di cuenta de lo que esas mujeres habían pasado”.

 

Os pongo al día con Rivero, que también es autor. Es uno de los rostros más conocidos de la televisión desde que saltó a la fama interpretando al hijo mayor de Antonio y Mercedes Alcántara (Imanol Arias y Ana Duato) en Cuéntame cómo paso. Rivero es un gran lector siempre que los rodajes le dejan. Su pasión por las letras tiene su explicación: además de poseer una dilatada carrera como actor de televisión, teatro y cine, es también licenciado en Comunicación Audiovisual y Periodismo, carrera en la que decidió matricularse por su pasión por la literatura. “Me lancé a estudiar interpretación porque me encanta el cine, pero escribir es algo que siempre me ha acompañado; retrasé mostrar lo que escribía por pudor de parecer intruso”. Rivero, que publicó hace unos meses Penitencia, su segunda incursión en la novela negra y su obra más “personal” tras debutar con su primera novela negra No volveré a tener miedo, añadió durante la presentación ante los medios que, “la plenitud que he encontrado escribiendo nunca la he encontrado interpretando; la literatura para mí es un sueño que me permite conectar con mi parte infantil de crear”.