Después de la lectura de Resumiendo (Númenor, 2021) de Jesús Beades, de la que tendremos que hablar largo y tendido, sin resumir nada de nada, otra conmoción poética. El nuevo libro de José Cereijo (1957), llamado La luz pensativa, aunque yo lo hubiese titulado A punto de ser música, por lo bien que corre la banda del silencio.
Anoche en silencio, lo leí dos veces. Este poema me estremeció:
Difícil recordarte sin dolor ni amargura.
Difícil, sí, pero es lo que te debo
para no ser mentira: tú no eras
ni difícil ni amarga.
Así que al caminar en estas noches
sobre mi corazón, te pido que lo hagas
con naturalidad, y suavemente,
sin rencor y sin daño.