Después de un mes de julio más liado que leído, empieza un agosto en el que espero volver las tornas. La hermosísima acuarela de C. Larsson (1913) que ilustra estas páginas me servirá de icono. A Aspa se la ve claramente (con alguna diferencia). La manta quizá pueda parecer que está de más, pero ni mucho menos. Ayer y hoy leyendo a la sombra, me la he echado, para combatir el poniente largo. Sólo sobra el gato, cuya presencia impediría que la perra estuviese tan tranquila. Que la lectora sea una chica me vale, porque a mí me gusta leer acompañado, todos en silencio. La modelo se parece a mi Carmen, por cierto.
Y he aquí la foto de los libros que pretendo leerme este mes:
Hago la foto, al estilo de la que hice el verano pasado, y el otro, con la aprensión de que algún libro salga repetido. Una cosa son los deseos y otras los hechos. Para que no se me traspapele ninguno, este año voy a ir repitiendo esta foto y poniéndole una muesca a los que sí me haya leído. O añadiendo alguno distinto, si se me cruza por el camino.
Empecemos las vacaciones. Acabaré derrotado por mis propósitos, como siempre, pero feliz, qué fiesta me espera, qué bacanal de vacaciones.
