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Como un regalo de Navidad (o cinco en uno) he recibido mi ejemplar de La casa de los santos de Carlos Pujol. CEU ediciones ha tenido la brillante idea de reeditar ese libro de Carlos Pujol, que es el que yo prefiero, con Siete escritores conversos, de entre todos los suyos —¡y ya es decir!—. Escribe una entrada para el santo de cada día con una delicia de prosa, transparente, de una visión muy alegre y muy buena, que te produce un regocijo chispeante por dentro. Me gustaría contar este libro como uno de mis modelos de prosa.
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Ya la reedición habría sido un regalo estupendo. Pero, además, regalo sobre regalo, han tenido el detalle de pedirme dos perfiles de santo para completar aquellos que han sido canonizados con posterioridad a la publicación del libro.
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El tercer regalo es la pequeña compañía (Esperanza Ruiz Adsuar, Ana Rodríguez de Agüero, Daniel Capó, Ignacio Peyró, Armando Zerolo, Richi Franco, Pablo Velasco, mi hermano Jaime) que hemos puesto manos (ay) a la obra. La santidad es un trabajo en equipo y haber formado parte de éste es un lujo.
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Cuarto regalo. El santo escogido: San Josemaría Escrivá de Balaguer:
El quinto regalo. El otro santo escogido. Juan Pablo II el Magno:
