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He llegado tarde a este artículo de Dani de Fernando. Y me alegro. Por la justicia poética, por supuesto. También mi poema sobre el particular en mi primer libro, Haz de luz, tenía su prurito de justicia poética. Estaba escrito en octava real que es la estrofa épica por antonomasia:
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PARTE DE GUERRA
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Llegar tranquilo y tarde a todas partes
es una táctica de guerra fría.
Con ese truco desarrollo partes
de un plan para burlar al tiempo. El día
no me apresa en su prisa y no me partes,
reloj, con tus cuchillas de agonía.
Sin embargo, un deseo heroico estalla:
no partir tanto y presentar batalla.
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No es de mis poemas mejores, ni mucho menos, ni tampoco de mis preferidos. Con mis faltas de puntualidad he hecho sufrir mucho a mis padres, a Leonor y a mis amigos. No me río la gracia. Al artículo de Dani de Fernando le debo que he podido releerme sin tanta vergüenza. Me recordado joven y peleón, como él.
