X
LO LEÍDO
y lo liado
un blog de enrique garcía-maiquez

La calle del infierno

Nos lo acaba de contar Carmen. Se montaron ayer en la feria del Puerto en varios cacharritos de ésos absolutamente enloquecidos. Yo, cuando los niños eran más pequeños y me tuve que montar alguna vez, pensaba en el infierno. En el canto V y en el torbellino de Paolo y Francesca, por ejemplo. Me entraban grandes ansias de salvación. Como esta vez no me monté yo, sino que lo oía, aunque sentía bastante vértigo –por el pacto de verosimilitud–, recordé, según iba oyendo el relato, otro libro: Historia de dos ciudades.

Como las amigas de Carmen no cabían juntas en un módulo del cacharro se dividieron. A Carmen se le sentó al lado una desconocida un poco mayor que ella que le confesó que tenía un miedo espantoso. Carmen le dijo que, si le consolaba algo, podía cogerle la mano. Se la cogió. Luego, antes de que ese artefacto espantoso, que te daba vueltas con la cabeza hacia abajo, arrancase su danza macabra, la chica le preguntó a Carmen si se sabía el padrenuestro. Sí, dijo Carmen. Lo rezaron juntas, la desconocida y mi hija. Lo que recordaba intensamente a Sydney Carton subiendo a la guillotina de la mano de la muchachilla aristócrata.

También te puede interesar