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LO LEÍDO
y lo liado
un blog de enrique garcía-maiquez

El vicio más peligroso

Casi me da un corte de digestión al leer que hoy Francisco (el Papa) ha dicho que «la gula es el vicio más peligroso que está acabando con el planeta». Luego, cuando lees la noticia ves que está mezclando la gula en sí con la avaricia, que llama gula, y la moral con el medio ambiente. Y me quedo (por lo que a mí respecta) más tranquilo.

Con esa nueva tranquilidad, recuerdo que hace unos días comentaba con Ana Rodríguez de Agüero que a mí el Infierno de Dante me produce un gran placer estético que linda con la alegría. No sufro leyéndolo. Ella, más sensible, sí. Seguro que Dante la prefería a ella como lectora. Un ejemplo, precisamente, de cosas que me encantan es la arquitectura tan hermosa del Infierno, con sus pecados de menos graves a más graves. Está inspirado por Aristóteles y santo Tomás de Aquino. Lo menos graves, ejem, son la lujuria, la gula y la avaricia, precisamente, porque apenas hay un desorden. Consisten en amar mal lo que es bueno y amable. Luego vienen los pecados de los violentos y de los fraudulentos, muchísimo peores, y, por último, lo peor de lo peor, los que traicionan. Yo estoy completamente a favor de esa escala.

Sin embargo, el susto que me ha dado hoy el Papa no ha dejado de venirme bien. Si se hubiese remitido a los tres grandes, Aristóteles, Tomás y Dante, pues yo le habría oído con una vanidosa satisfacción y punto. Ahora me ha hecho un gran favor, porque de tanto aplaudir la Divina comedia había llegado a pensar que la gula casi no es pecado. La lujuria es menos grave aún, es verdad, pero ahí entran en juego mis arraigados prejuicios de clase media y no me siento tan dispensado por Dante. Esto del Papa de hoy me ha servido para reconsiderar el asunto. Aunque sea uno de los pecados menos graves, la gula es pecado,y eso es lo más grave. Así que a partir de ahora cuidaré más lo que como y, ay, lo que bebo. Mañana empiezo.

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