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LO LEÍDO
y lo liado
un blog de enrique garcía-maiquez

El casco

 

Me subo en la vespa a toda prisa y enseguida empiezo a oír ruidos extrañísimos: rozamientos de los neumáticos, inesperadas vibraciones, un asma del motor, un rechinar de frenos… Me preocupo. ¿Qué habrá pasado? Si no llega a ser por mis prisas, me hubiese parado en seco para examinarla más de cerca. Cuando ya estoy en el centro del Puerto, caigo en la cuenta de lo que pasa.

 

Se me ha olvidado ponerme el casco. He cruzado el pueblo en la más completa ilegalidad, pero preocupado por la moto. El caso hace el efecto de amortiguador de todos los sonidos que, por lo visto, por lo oído, lleva mi vespa a cuestas todos los días, aunque no lo supiese.

 

Me lo he pedido de imagen moral, al menos. Cuando examine mi conciencia, mis trabajos, mis relaciones, todo, hay que intentar no llevar puesto el caso de la autoprotección. Porque puede que me proteja un poco, de acuerdo, pero me ensordece otro tanto, me aísla.

 

 

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