X
LO LEÍDO
y lo liado
un blog de enrique garcía-maiquez

Conyugalia

 

Ayer le conté a un amigo el título que quiero poner a mi poesía completa, cuya edición se avecina, felizmente. No le gustó (como era de esperar (más por mi amigo que por el título (me atrevo a sugerir))), Hasta ahí, todo normal. Lo que vino después es también normal, pero no me había dado cuenta hasta ayer. Me preguntó: «Pero, a Leonor, ¿Le gusta?».

 

Y se produjo mi descubrimiento. Cuando alguien pone en duda una opinión o una preferencia, una postura o un gusto tuyo, enseguida te pregunta por la opinión de tu cónyuge. Fíjense. No digo yo que sea un plan maquiavélico, pero sí que hay en ese movimiento una inteligencia subconsciente de muy fina estrategia. El amigo busca amparo en alguien que también te quiere mucho, y así refuerza su posición y te hace dudar de la tuya. Bien.

 

Lo más gracioso es que todo se edifica sobre la presunción de fondo de que tu mujer no va a estar de acuerdo con tu opinión, en absoluto. Quizá admite prueba en contra, pero casi nunca, y lo sabes. El crítico cuenta con que estará de su lado. ¿Que cómo lo sé? Porque nadie te pregunta con ese tonillo —ni con ninguno— por la opinión de tu mujer cuando él está de acuerdo con la tuya.

 

 

[La ilustración es de Ximena Maier, en un libro sobre el Jerez de Paula Fernández de Bobadilla, en la que tuvieron el detalle de colar un cameo de mi mujer.]

También te puede interesar