Gabriel García Márquez: En Macondo comprendí

Cuando cumplí veinte años, mis tíos Tino y María José me regalaron una edición de Mondadori de Cien años de Soledad. El objeto ya me resultó simpático —como bien explica […]

Machado contra Machado

A Borges, cuando le preguntaban su opinión sobre Antonio Machado, le gustaba mucho hacer la gracieta esa de «no sabía que Manuel tuviera un hermano». Esto lo terminó moderando con […]

Nerudeando, que es gerundio

Pocos poetas han merecido el destino más alto al que se pueda aspirar, a saber, que la gente común —la que te encuentras en el super o en la pelu— […]

Álvaro Cunqueiro: Mil primaveras máis

Pobre de mí, joven sin un plan de lecturas, ni Norte ni preceptor (cómo me hubiera gustado esa educación con tutor doméstico como la de C.S.Lewis). Daba bandazos de un […]

Jünger y la crisis de los 40

Ernst Jünger es un escritor que desborda los propósitos de un humilde perfil literario como éste. Es un pensador sutil, un sugestivo alegorista, un diarista minucioso, un militar que cree […]

Julio Cortazar: Ni Rayuela ni Rayuelo

Fidel Villegas, que fue mi profesor de Literatura en 2°de B.U.P., y es editor de la revista Númenor y de la colección de poesía del mismo nombre, sabe cómo enganchar […]

Forever Holmes

Este es el primer artículo de esta colección en que el objeto de nuestra apreciación y entusiasmo no es un autor, sino un personaje. Sherlock Holmes es el ejemplo supremo […]

Walt Whitman: ¡Oh, Capitán, mi Capitán!

Como orgulloso representante de mi generación –nostálgico ochentero con achaques, a quien los niñatos llaman boomer en Twitter– conocí la existencia de Walt Whitman gracias al profesor John Keating. Este […]

La cabeza perdida de Antonio Tabucchi

Antonio Tabucchi es el ejemplo de alguien que tiene una revelación, una epifanía, en un momento muy concreto de su vida y, a partir de ahí, encamina sus pasos detrás […]

Viaje a pie por la prosa de Pla

Empiezo esta página sentado a la mesa de la corrala. Café solo, tabaco de pipa, el perro corretea bajo la rumorosa cúpula que forman, engarzados, los árboles frutales del vecino […]

Fernando Pessoa: El espejo roto de la modernidad

Lisboa es ya para siempre Pessoa. ¿Qué sería Lisboa sin Pessoa? Fados, por supuesto, y lentos atardeceres de caramelo, sobre los recortables de cartón que son los tejados rojos desde […]