–
Hay que tener mucho cuidado con lo que se sueña porque, al final, se cumple. Esta idea se la leí a Javier Salvago por primera vez, aunque luego la he oído a otros y la he visto en muchos. Hay un trasfondo griego en mí que se ríe mucho con esta amarga ironía sofoclea de que los propios deseos sean nuestra maldición una vez cumplidos. Con los resultados electorales está pasando. Elías Bendodo dijo que desea un PSOE fuerte. Ea, ya lo tiene. Alberto Núñez Feijóo que no quería contar con Vox, y ya está: no le vale de nada contar con Vox. También quería ser «la lista más votada» y lo es, y hasta la más botada, a poco que se descuide.
–
No me río con alegría, que conste. Hay un rictus amargo en la ironía de la situación. Otro poema de Javier Salvago lo avisaba:
–
«Soñar es gratis», dicen. Sin embargo,
quien ha soñado sabe que los sueños
se suelen pagar caro.