–
El esqueleto de un diario es la agenda, pero si el día se quedase en las citas de la agenda estaría muerto. Yo hoy tengo por delante un montón de huesos:
Oración
Repasar manuscrito
Repasar artículo la Gaceta
Escribir el Barbero
Ficha de Chéjov
Prólogo Pemán
Conferencia Chesterton
Guardia IES
Reunión
Clase Electricidad 1
Clase Electricidad 2
Pedir el gas
Comprar café
Comprar pan
Leer Ratzinger, Jenkélévitch & Beades
Preparar clase tarde
Dar clase tarde
Artículo IA
Santa Misa
Comprar jaula para Levante
Borrador de Joly
Llamar Sánchez Galera
Llamar Antuñano
Correo Díez de Rivera
El día se presenta apretado. Pero me engañaría si creyese que el reto es cumplir con cada ítem. Lo bonito está en que el diario (o sea, la vida) vaya ganando los intersticios. Contaba un rabí que a un cubo lleno de nueces hasta el borde todavía le caben unos buenos litros de aceite.