Quedan tan sólo un par de días para conocer el nombre del nuevo premio Nobel de literatura, 48 horas en las que la Academia sueca dirimirá si por fin concedérselo a Haruki Murakami o si prefiere dejarle a dos velas como le ocurriera a Philip Roth. ¿Merece el japonés el galardón o el simple hecho de plantearlo es una aberración propia de un guionista de «Sensación de Vivir» como se empeñan en repetir en Twitter? – en Leer por leer puedes saber lo que opina al respecto nuestro colaborador Jesús Beades pinchando aquí– .
Por su parte los mentideros gafapastiles están convencidos de que el premiado de este año será un escritor no occidental y poco conocido por estos lares. Por lo que mucho nos tememos que el finalista tiene pocas probabilidades de estar traducido al español y nosotros, los ávidos lectores, ninguna posibilidad de valorar a corto plazo si es o no merecedor del premio.
Lo verdad es que, salvo el premiado de 2017, el británico de origen japonés Kazuo Ishiguro, autor de «Lo que queda del día», «Klara y el sol» o «Nunca me abandones» (entre otras muchas), todos los autores distinguidos con el Nobel de Literatura en la última década han sido de origen europeo o norteamericano, desde el polémico Bob Dylan, pasando por Peter Handke o la poeta estadounidense Louise Glück, flamante ganadora del año pasado.
En Leer por leer hemos elaborado una quiniela con los favoritos hasta el momento.
Jonas Thente, crítico literario del diario sueco ‘Dagens Nyheter’, está convencido que la ola de corrección política que anega todos y cada uno de los estratos de esta vida postpandémica tendrá su traducción a la hora de otorgar los galardones y apuesta por Chimamanda Ngozi Adichie, escritora nigeriana feminista, a la que los suecos querrían desagraviar en una suerte de «colonialismo positivo».
Desagravio colonial
El surcoreano Ko Un, el keniano Ngugi wa Thiong’o y el chino Can Xue son nombres que también se repiten entre los más entendidos. No faltan en las apuestas los nombres de algunos recién llegados, como el indio Vikram Seth, el mozambiqueño de habla portuguesa Mia Couto y el opositor chino Liao Yiwu. Además, en una época que cuestiona el postcolonialismo, también se menciona a la caribeña estadounidense Jamaïca Kincaid y a la francesa de la isla de Guadalupe Maryse Condé.
Candidatos occidentales
El japonés Haruki Murakami, siempre citado y nunca premiado sigue resonando como el eterno pretendiente. En Europa, la rusa Ludmila Ulitskaya, el húngaro Peter Nadas, el francés Michel Houellebecq y el albanés Ismaël Kadaré vuelven a figurar en las listas de favoritos de las apuestas, al igual que las canadienses Anne Carson (de la que puedes leer un fantástico artículo aquí) y Margaret Atwood y las estadounidenses Joyce Carol Oates y Joan Didion.
Como ya ocurriera el año pasado y debido a las restricciones sanitarias derivadas de la pandemia de Covid-19, en esta ocasión tampoco habrá ceremonia de entrega y los ganadores de los distintos premios Nobel recibirán sus galardones en su país de residencia.
