X
ACTUALIDAD

Las recomendaciones literarias de Carlota Casiraghi

La crisis de Occidente parece haber alcanzado a la lujosisíma marca francesa, Chanel, que harta de vestir a los nuevos supermillonarios chinos, a harenes completos de jeques de los emiratos y a advenedizas casadas con oligarcas rusos, no sabe ya que hacer para reconquistar al mercado europeo y recuperar el charme del viejo continente en el que se inspiró su creadora. Para ello ha creado un club de lectura (nada parece más contradictorio que la alta costura y literatura y sin embargo Karl Lagerfeld, diseñador de la casa hasta su muerte el año pasado, dejó a su gato en herencia su inconmensurable biblioteca ). Del propio Lagerfeld habla la princesa monegasca, como uno de los prescriptores a quien más caso hacía en sus recomendaciones literarias.

Ávida lectora, si algo nos deja claro la princesa monegasca es que en cuestiones literarias – van de la poesía al ensayo con especial énfasis en los autores franceses-, puede ser más intensa que Pitita Ridruejo narrando sus apariciones marianas. Entre los autores favoritos de Carlota  se encuentran los poetas malditos Baudelaire y Rimbaud, la filósofa se muestra también muy interesada por las precursoras del feminismo y muy atraída por las novelas oscuras, inquietantes, psicológicas y perturbadoras.

A la vista de las confesiones de Carlota cabe preguntarse cómo se desarrollarán las conversaciones en palacio, y es que si tras leer el ¡Hola! muchos creíamos que entre Charlene, Alberto, Estefanía, Carolina y su camada de vástagos las conversaciones versaban sobre estaciones de esquí, fiestas en Ibiza, modelitos de alta costura y romances, Carlota ha dejado claro que al menos ella está interesada en la literatura con mayúsculas. Confiesa que para ella entrar en una librería es como hacerlo en una pastelería.  “Quiero comprar tantos libros como pueda llevar. Y nunca puedo decidir qué voy a leer, así que cojo uno y otro, y otro..”. Es algo por lo que no se siente culpable: “Me digo a mí misma que no es tan malo ser adicta a los libros”.

En Leer por leer os dejamos la lista de lecturas de una de las princesas más cultas de la realeza internacional:

 

El club de la Rue Cambon

 

Carlota Casiraghi ha sido la encargada de inaugurar el club. No en vano, la embajadora de la Maison francesa ejerce también de coordinadora junto a Virginie Viard de la tertulia inspirada en los encuentros literarios que Coco Chanel organizada en los salones de la calle Cambon, donde la modista tenía su espectacular residencia y primera tienda en París. Una iniciativa a través de la cual ambas conductoras invitarán a escritoras y actrices para leer, discutir y compartir su perspectiva sobre su trabajo o el de figuras literarias históricas o contemporáneas que las han inspirado, como Lou Andreas Salomé, precursora del feminismo del que hablan largo y tendido en este otro vídeo publicado por la casa francesa.

 

 

En el vídeo de presentación Carlota Casiraghi ha confesado cuáles son los libros que más le han inspirado y reconoce que no es muy ordenada cuando a literatura se refiere “hay montones de libros por todas partes”- y que, tampoco lo es cuando se trata de seguir un orden de lectura: “leo muchos al mismo tiempo”. Las ediciones más especiales las cuida aunque reconoce que los libros más importantes para ella los tiene llenos de anotaciones, garabatos, páginas dobladas, sucios porque los lleva metidos en el bolso… Reconoce también que algunos libros  se le resisten,  en la mayoría de los casos porque no es el momento adecuado de leerlos, es lo que le pasó por ejemplo con El Amante de Marguerite Durás, que sin embargo devoró este verano pasado de una sentada.

Preguntada por cuáles libros se llevaría a una isla desierta la princesa elige tres: Elogio del riesgo de su buena amiga la filósofa francesa Anne Dufourmantelle, aún no publicado en español, a quien admira por su “voz absolutamente única” en su invitación a “sumergirnos en la vida, a arriesgar, a vivir la pasión, el amor, la ruptura…” También se llevaría los Ensayos completos de Montaigne, que considera son tan agradables de leer «como un tranquilo paseo por el campo” que consigue un efecto relajante en ella. En su isla desierta tampoco faltaría la poesía de Emily Dickinson, de la que es fan y de la que aun le quedan cosas por leer.

Reconoce que cuando descubrió a Baudelaire a través de Las flores del mal quedó fascinada, tanto que se obsesionó durante un tiempo con él y quería vivir en su misma época. También le impresionó Cartas a un joven poeta de Rainer Maria Rilke y aún recuerda cómo la frase “la vida es algo serio y difícil’ resonó en su mene y jamás la ha vuelto a olvidar. «Fue una lectura memorable”. Del autor austriaco ha hablado Carlota en el primer encuentro con una autora contemporánea, Sarah Chiche, de quien Casiraghi recomienda Saturne, un libro del que en un primer momento pensó que no podría, que iba a ser demasiado difícil pero que al retomarlo encontró un bonito “viaje hacia la melancolía”.

También te puede interesar