Empieza de nuevo esa época en la que todas las tiendas se llenan de murciélagos y telarañas, está todo lleno de hojas y no sabes si aguantar con el jersey o sacar ya el abrigo del fondo del armario. Con la tontería de Halloween se crea el ambiente perfecto para leer un buen libro de terror, o por lo menos de suspense. Es curioso pero sí que es verdad que en octubre siempre acabo leyendo algún libro de este tipo, sino varios. Por eso he decidido hacer una lista con los libros que tengo y que siempre me leo en esta época, a ver si con suerte este año no me pongo a releer alguno de ellos y me centro en mi lista de libros pendientes que no deja de crecer.
Así que aquí os dejo mi lista de libros de terror, suspense o “del rollo” que me he leído en octubre en los últimos años. Como siempre, puedes encontrarlos en la tienda de Leer por leer.
Drácula de Bram Stoker
Obviamente esta lista tenía que empezar con el vampiro más famoso de la historia. Este clásico de la literatura, he de reconocer que me lo leí bastante tarde aunque, no por ello, lo disfruté menos. Y habiendo tantas adaptaciones y versiones por ahí fuera es cierto que hubo cosas que ya me sabía pero hubo otras que no dejaron de sorprenderme. Ahora el siguiente paso será que vea la famosa adaptación.
El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde
No sé por qué en mi cabeza siempre tenía estos dos libros de la mano y mira que entre ellos, no tienen nada que ver. Si el primero me lo leí tarde… este lo empecé demasiado pronto. Tal vez por eso lo relacione con mis lecturas de “terror”. No sé vosotros pero, a mí cuando me apetece un libro así de “pasarlo mal”, es inevitable que Dorian Gray siempre sea una mis posibilidades.
Jane Eyre de Charlotte Brönte
Este libro sí que tiene suspense y “fantasmas” así que me parecía suficiente para meterlo en esta lista. Recuerdo estar leyendo en mitad de la noche e imaginar que estaba en Thornfield y, de repente, oír un ruido extraño a la vez que pasaba en el libro (el ruido extraño era un ronquido de un hermano pero en el momento parecía algo peor) y desde entonces este libro paso a mi estantería de “mal rollo”. Hay libros que hay que leer con el ambiente adecuado.
El sabueso de los Baskerville de sir Arthur Conan Doyle
Sherlock Holmes es uno de mis personajes favoritos así que no podía faltar en esta lista una de sus aventuras. Tal vez no se considere terror tal cual pero este libro sí que tenía algo distinto al resto de la colección. El autor crea el ambiente perfecto para que te olvides de que estas bajo una manta y no buscando caminos secretos y un perro del infierno.
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
Como es obvio no podía faltar el creador del género del terror (no sé si es oficial o no pero, para mí lo es). No he podido elegir uno así que he hecho un poco de trampa y he elegido la versión que yo tengo y que son todos los cuentos para que elijas el que más rabia te dé y te pongas a ello. ¿El problema? Elegir uno es no poder parar y empezar el siguiente.
Un hábito sangriento de Eleanor Bourg Nicholson
Esta novela es más moderna que el resto. La descubrí el año pasado y me gustó bastante. Se trata de una novela en honor a Drácula. La autora crea una historia única que no podrás dejar de leer. Sigue a un joven abogado que coincide con un monje cazador de vampiros en un tren y crean un curioso dúo cuando los vampiros acechan un Londres victoriano lleno de personajes únicos. Y no cuento más que sino acabaré destripando el final.
El resplandor de Stephen King
Y ya que antes hablo de Poe ahora añado dos novelas del rey del terror de nuestro tiempo. El resplandor siempre ha tenido un lugar especial para mi ya que fue el primer libro que me leí de Stephen King y literalmente me lo volví a terminar hace dos días. Si la película daba miedo no es nada comparado con el libro. Ya desde el principio sabemos lo que va a pasar y aún así estás todo el libro en tensión esperando a ver que va a pasar.
Christine de Stephen King
No sabía si poner este libro. Al final me he decidido por este. Me enteré hace poco de que van a hacer la película así que he decidido que este estaba bien. Además es el típico de King así que si no lo has leído adelante. Christine es un libro que me leí con 16 o 17 años y he de reconocer que tardé un par de semanas en volver a subirme a un coche. Para los que no sepan de que va este libro trata sobre un coche que básicamente esta poseído y te posee a ti. Así, a grandes rasgos.
The Relic de Preston & Child
Este libro si que no lo clasifican como terror en ninguna parte pero lo descubrí en una estantería de segunda mano, me gustó la portada y me lo empecé a leer de camino a casa. Creo que el Agente Pendergast es uno de mis detectives favoritos y la criatura de este libro ha aparecido en algún que otro sueño que he tenido en los últimos años. Forma parte de una saga bastante larga pero puedes leerte este primer libro sin necesidad de leer el resto, aunque los tres primeros forman su propia pequeña trilogía dentro de la saga. Merecen la pena.
Trilogía del Silo de Hugh Howey
Tras una guerra nuclear lo que queda de la humanidad vive en un silo bajo tierra de más de 100 pisos ya que el aire exterior es tóxico. Lleno de intriga, misterio, traiciones y alianzas, esta trilogía lo tiene todo. Esta formada por Espejismo, Desolación y Vestigios.
Esta saga es un trauma personal. Así de claro. Son sin ninguna duda el motivo por el que mi claustrofobia pasara de agobiarme en un ascensor averiado a no poder físicamente estar más de dos minutos en un espacio cerrado. Gracias tío Javi por esta traumática experiencia de la que disfrute cada segundo.
La trilogía de la niebla de Carlos Ruiz Zafón
Este libro lo considero un extra ya que lo he mencionado en otra lista pero cada vez que empieza otoño, da igual la edad que vaya cumpliendo que siempre me entra el gusanillo de releerme este libro, especialmente El príncipe de la niebla, uno de los tres libros que forman esta trilogía. Sé que la mayoría de la gente conoce a este autor por La sombra del viento pero cada vez que alguien le menciona yo pienso primero en este libro.
Lo leía todos los años en esta época cuando estaba en el colegio y no me cansaba de los escalofríos que me producían siempre las mismas partes, las mismas revelaciones.
